ANKARA.- Una nueva tragedia de la inmigración ilegal se consumó hoy a pocas millas de la costa de Turquía, donde naufragó una nave atiborrada de bengaleses y paquistaníes que intentaban entrar ilegalmente en Grecia, puerto de partida hacia otras metas del norte de Europa, la tradicional ruta de los inmigrantes de los países pobres de Asia y de los Balcanes.
La nave de carga "Pati", con bandera georgiana, chocó esta madrugada contra los escollos que afloran frente a las costas de Kemer, una localidad turística del sur de Turquía, mientras navegaba a la deriva a causa de la ruptura de los motores.
Dentro de la bodega de la vestusta embarcación, sin ninguna posibilidad de ponerse a salvo, viajaban escondidos unos 80 paquistaníes y bengaleses de Bangladeh a quienes se les había prometido que serían desembarcados en Grecia, en el Pireo, desde donde proseguirían hacia otras metas.
Al chocar contra los escollos la nave se partió en dos y una de las dos partes, en las que viajaban unos 50 inmigrantes se fue a pico inmediatamente, mientras que otras 32 personas que se encontraban en la otra parte de la nave fueron puestas a salvo.
Las pésimas condiciones meteorológicas en la zona dificultaron la búsqueda de los inmigrantes desaparecidos en las gélidas aguas frente a Kemer y los responsables de la guardia costera opinan que no hay esperanzas de encontrar sobrevivientes.
La "Pati" había partido el 27 de diciembre de un puerto israelí con destino a Antalya, otra ciudad turca, donde debía cargar cemento, pero las pésimas condiciones del mar habían impedido ayer y hoy las operaciones en el puerto.
