WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el Primer Ministro británico, Tony Blair, se reunieron este viernes en la residencia presidencial de Camp David, en el estado de Maryland, Estados Unidos.
Blair es el primer jefe de gobierno europeo que visita al nuevo Mandatario estadounidense. Entre los temas tratados figuraron la situación en la región del golfo Pérsico, las relaciones con Rusia, la defensa europea y los planes para construir un sistema de Defensa Nacional de Misiles (NMD), según informes de la Casa Blanca.
La consejera de seguridad del Presidente estadounidense, Condoleezza Rice, dijo que Bush está construyendo una "sólida amistad" con el Primer Ministro británico. Ayer, en la primera conferencia de prensa como jefe del ejecutivo, Bush recalcó la "relación especial" que existe entre Estados Unidos y Gran Bretaña.
Antes de la reunión con Bush en medio de un pintoresco paisaje nevado, Blair se había mostrado en varias entrevistas televisivas a favor de la posición estadounidense con respecto a Irak. Asimismo Blair defendió los ataques aéreos a objetivos cercanos a Bagdad, llevados a cabo hace una semana y habló con dureza sobre el jefe de Estado de Irak, Saddam Hussein, de quien dijo que no debería estar autorizado a producir armas de destrucción masiva.
Con respecto a la crítica internacional por los ataque aéreos, el Primer Ministro británico se mostró sorprendido por la mala memoria de algunas personas. Finalmente, dijo Blair, Saddam es un hombre que ha matado con armas químicas a miles de personas de su propio pueblo, ha iniciado una guerra contra Irán que dejó un saldo de un millón de víctimas y ha dirigido otra contra Kuwait.
Asimismo, mostró comprensión hacia los planes estadounidenses de construir un sistema de Defensa Nacional de Misiles (NMD). Según Blair, es evidente que muchos países intentan incorporar armas nucleares a sus arsenales.
El Premier británico saludó la disposición estadounidense para conversar sobre el proyecto con sus aliados y añadió que Estados Unidos está tratando la cuestión con "cautela". Bush invitó a Blair a pasar el fin de semana en la residencia presidencial de Camp David, para poder disfrutar juntos la relajada atmósfera.
La reunión entre ambos mandatarios comenzó de forma muy distendida: Bush y Blair, al igual que sus correspondientes esposas, recorrieron el corto trecho que separa la pista de aterrizaje del helicóptero y la residencia en un carrito de golf. Los Blair también fueron invitados a pernoctar en Camp David.