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EE.UU. apoyará sin presiones proceso de paz en M.Oriente

En su primera visita a Estados Unidos desde que fue electo Primer Ministro, Ariel Sharon se reunió con el Presidente norteamericano, George W. Bush, quien declaró -marcando una diferencia con su antecesor, el demócrata Bill Clinton- que Estados Unidos seguirá apoyando el proceso de paz en Oriente Medio, pero descartó que para ello vaya a imponer sus puntos de vista.

20 de Marzo de 2001 | 17:34 | AFP
WASHINGTON.- El Presidente George W. Bush confirmó este martes, al recibir al Primer Ministro israelí Ariel Sharon, su voluntad de "actuar con tenacidad" para hacer avanzar un arreglo definitivo para el conflicto de Medio Oriente, sin imponer sus puntos de vista a las partes involucradas.

"Le aseguré al Primer Ministro que mi administración actuará con tenacidad para establecer las bases para la paz en Medio Oriente y que trabajará con los países de Medio Oriente para darle una posibilidad a la paz", declaró a la prensa después de un almuerzo de trabajo con Sharon.

"Pero nuestro país no forzará la paz. Facilitaremos la paz trabajando con quienes son responsables de ella", agregó el Presidente estadounidense en una crítica implícita al activismo desplegado por su predecesor Bill Clinton en el asunto, particularmente en sus últimos meses en el poder.

Interrogado sobre Jerusalén, cuya división había sido sugerida por Clinton, Bush declaró que el estatuto de la ciudad santa "será en definitiva determinado por las partes interesadas". Sin embargo, recordó que había prometido durante su campaña presidencial la mudanza de la embajada estadounidense desde Tel Aviv a Jerusalén. "Dije que emprenderemos el proceso de desplazar nuestra embajada hacia Jerusalén", declaró.

Refiriéndose recientemente a esta promesa ante una comisión parlamentaria, y calificando a Jerusalén como "capital de Israel", el secretario de Estado, Colin Powell, suscitó una ola de protestas en los países árabes.

Bush afirmo haber tenido una "muy franca y positiva conversación" con Sharon durante el almuerzo de trabajo, que se prolongó con entrevistas en el despacho oval de la Casa Blanca. Por su parte, Sharon calificó estos intercambios como "muy constructivos y francos". Confirmó su compromiso en favor de la paz, pero subrayó que ésta pasa por el retorno de la seguridad para los israelíes y reafirmó su postura de no ceder ante el terror.

"En Israel estamos todos comprometidos con (la búsqueda de) la paz (...) Pero lo primero y principal es restablecer la seguridad para todos los israelíes", declaró. Interrogado por la prensa acerca de su negativa a negociar bajo amenazas de violencia, Sharon afirmó: "No lo hablé con el presidente. Igual que para Estados Unidos, para mí una democracia no debe ceder ante el terror, las presiones o la violencia".

Sharon se negó a decir delante de Bush si consideraba que Yasser Arafat fuera un peligro para la estabilidad en Medio Oriente. "No creo tener nada que agregar a temas conocidos por todos, como lo es el proceso del terror y quién es el responsable", sentenció.