JERUSALEN.- El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, condicionó este sábado la asistencia de su país a una nueva cumbre en el balneario egipcio de Sharm el Sheij al fin de la violencia por parte de los palestinos.
La postura fue compartida por fuentes del Gobierno de Unidad Nacional que preside el derechista Ariel Sharon. El Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, había pedido una convocatoria de los países que participaron en octubre pasado en la cumbre de Sharm el Sheij, en Egipto.
El líder palestino hizo esta propuesta al regresar este sábado a su residencia en la ciudad de Gaza, tras analizar la iniciativa con el Presidente de Egipto, Hosni Mubarak, en el balneario de ese país.
Arafat arguyó su propuesta en el hecho de que en la anterior cumbre, celebrada poco después del inicio de la "intifada de Al Aqsa" palestina contra Israel, se acordó la creación de una comisión para investigar los motivos que desencadenaron la última ola de violencia.
Esa comisión, presidida por el ex senador estadounidense George Mitchell, presentó el viernes el borrador de un informe a Israel y a la ANP para que lo analicen antes de entregarlo al Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Arafat dijo que la segunda cumbre de Sharm el Sheij, en caso de convocarse, tendría que debatir los medios para aplicar las recomendaciones de la Comisión Mitchell, que no son obligatorias para ninguna de las dos partes en conflicto.
El Gobierno de Sharón impugnará varios puntos del informe, entre ellos la exigencia de poner fin a la construcción de asentamientos judíos de Cisjordania y Gaza, territorios que los palestinos reivindican para establecer un estado independiente, declaró hoy el secretario del Consejo de Ministros de Israel, Gideón Sher.
La Comisión Mitchell también recomienda al Ejército israelí el levantamiento del sitio impuesto a centros urbanos palestinos y que se abstenga de reprimir con sus armas a manifestantes palestinos desarmados, como medidas para restablecer la confianza mutua y reanudar el proceso de paz, interrumpido desde enero pasado.