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La justicia tarda pero llega: famoso ladrón británico volvió a la cárcel

Después de 35 años de permanecer fugitivo de la justicia británica, Ronald Biggs, quien en 1963 asaltara el tren de Glasgow y posteriormente se fugara, volvió a la cárcel. Este lunes árribó a la capital inglesa proveniente de Brasil e inmediatamente fue puesto bajo prisión para cumplir la condena que tiene pendiente.

07 de Mayo de 2001 | 09:53 | EFE
LONDRES.- A 35 años de haberse escapado de prisión, el británico Ronald Biggs volvió este lunes a ser encarcelado por haber sido el cerebro del llamado robo del siglo al asaltar el tren correo de Glasgow, en 1963.

En una breve audiencia, el juez londinense Tim Workman ordenó hoy el encarcelamiento de Biggs en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en la capital británica.

En esta cárcel han estado prisioneros miembros de la banda terrorista del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y en la actualidad está detenido el presunto miembro de ETA Iñigo Makazaga Castillo.

Biggs, de 71 años, enfermo y sin dinero, llegó este lunes de Brasil y se entregó a la policía británica tras permanecer más de la mitad de su vida fugitivo de la justicia británica. El célebre ladrón fue condenado en 1964 a treinta años de cárcel por el asalto al tren de Glasgow, pero a los dieciocho meses consiguió fugarse de la prisión.

En la audiencia judicial de hoy, se pidió a Biggs que confirmara su identidad, tras lo que el juez declaró "estoy convencido de que usted es la persona que se menciona en la orden de detención por ser un fugitivo desde hace tiempo".

"La ley requiere que le envíe nuevamente a la cárcel y eso es lo que haré", añadió el juez Workman.

El abogado de Biggs, Guy Curr, puso de manifiesto ante el juez la precaria salud de su cliente, aunque reconoció que el tribunal no puede tomar ninguna medida al respecto. Vestido con un jersey amarillo y unos pantalones beige y apoyado en un bastón, Biggs permaneció en el estrado destinado a los acusados desde donde respondió a las tres preguntas sobre su identidad que le formuló el juez.

El famoso ladrón contestó con sonidos casi inaudibles debido a las dificultades que tiene para hablar a raíz de los varios ataques que apoplejía que ha sufrido.

Durante la audiencia, un médico de la policía sacó un pañuelo con el que limpió la saliva que le caía a Biggs por la comisura de los labios.

Fuera del tribunal, la representante de Biggs, Jeane Wearing, leyó una declaración en la que el famoso ladrón recuerda que se entrega voluntariamente a las autoridades británicas y subraya que la policía le ha garantizado que no presentará nuevos cargos en su contra.

"En el momento oportuno, pediremos una audiencia en el tribunal de apelaciones" sobre la sentencia de Biggs, según la declaración que leyó Wearing, quien explicó que su cliente desea una vista judicial "justa y equilibrada en la que se puedan tratar todos los temas importantes".

En la declaración, Biggs agradeció a las autoridades británicas la rapidez con que han reaccionado tras haber expresado su deseo de regresar al país para entregarse a la justicia.
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