LA PAZ.- El Presidente de Bolivia, Hugo Banzer, de 75 años, primer dictador latinoamericano de la década de los 70 que retornó al poder por la vía democrática, dejará el mando de la nación, en principio, por espacio de un mes -tras casi 4 años de ejercicio- aquejado por un cáncer de pulmón expandido al hígado, enfermedad por la que será sometido a un tratamiento médico extraordinario en Estados Unidos.
Autócrata redimido y demócrata converso, Banzer, que será sometido a un tratamiento médico extraordinario de 30 días en el Walter Reed Army Medical Center, de Washington, pasará a la historia nacional también por asumir el mando en dos períodos separados por veintiséis años (1971-1997).
"El diagnóstico no es bueno, los especialistas del Hospital Walter Reed han informado que el Presidente tiene un tumor canceroso en el pulmón izquierdo que se ha irradiado al hígado", sostuvo hoy el ministro boliviano de Información, Manfredo Kempff.
El ministro explicó que se desconoce con exactitud el tiempo que demorará el tratamiento del Primer Mandatario boliviano en la capital estadounidense, de cuyos resultados dependerá una decisión respecto a una eventual renuncia a su mandato constitucional, que debe concluir en agosto de 2002.
"El Presidente es consciente de sus responsabilidades así que asumirá las decisiones que sean correspondientes, de momento se esperará el resultado del tratamiento", afirmó el secretario de Estado.
Kempff agregó que Banzer "tiene mucho ánimo y mucho coraje y por lo tanto va a afrontar lo que tenga que afrontar. Está decidido a someterse al tratamiento y su deseo es recuperarse para retornar al país en cuanto sea posible, es muy responsable y sabe que eso sucederá si la salud se lo permite".
"Gozando de un buen estado de salud", según uno de sus colaboradores, Banzer viajó el sábado pasado a Washington para recibir un tratamiento complementario a una antigua lesión en la columna, en el Walter Reed Army Medical Center, donde el miércoles le detectaron un tumor en el pulmón izquierdo.
La "imprecisión" de la primera información oficial sobre la salud del Presidente boliviano generó una serie de especulaciones en los medios locales, que anticiparon ya el cáncer del Mandatario y ocasionó incertidumbre sobre su futuro.
Por previsión constitucional, la presidencia de la nación es ejercida de manera interina por el vicepresidente Jorge Quiroga, desde el 1 de julio, cuando Banzer se ausentó del país por razones médicas.
Biografía
Nacido en una pobre comarca del tropical oriente boliviano, San Javier, de donde paradójicamente provienen cuatro de los 61 presidentes de Bolivia en 176 años de vida republicana, Banzer egresó del Colegio Militar de Argentina en 1947.
Dueño de una impecable foja de servicios, prosiguió sus estudios en la estadounidense Escuela de las Américas, con sede en Panamá, y también se especializó en la Escuela de Comando, en el Estado Mayor (EE.UU.) y en la boliviana Escuela de Altos Estudios Militares.
Nombrado director de varios institutos militares en Bolivia, ejerció la cartera de Educación en 1969, durante el Gobierno de facto del general René Barrientos Ortuño.
Electo por una junta militar, asumió el Gobierno el 21 de julio de 1971, tras una sangrienta asonada militar que derrocó a su camarada, el general progresista Juan José Tórrez.
Con el apoyo de las Fuerzas Armadas y los partidos tradicionales en la política boliviana, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), del ex Presidente Víctor Paz Estenssoro, y la Falange Socialista Boliviana, Banzer instaló en Bolivia un régimen cívico-militar que colapsó a fines de 1972 y que asumió, hasta su derrocamiento en 1978, también por la vía de las armas, un carácter estrictamente castrense.
Durante su primer Gobierno de facto, 14.750 personas fueron arrestadas por sus ideas políticas, otras 19.140 se exiliaron y, según organizaciones de Derechos Humanos, más de 200 perdieron la vida, entre ellas casi un centenar de campesinos que resistieron en 1974 un duro paquete de medidas económicas antipopulares.
Durante su Gobierno dictatorial, Bolivia, la nación más pobre de Sudamérica sujeta desde su fundación en 1825 a una economía monoproductora y extractiva, alcanzó el más alto nivel de endeudamiento externo: unos 3.000 millones de dólares.
Desde su caída en 1978, propiciada por uno de sus hombres de confianza, el general Juan Pereda, este militar impulsó sin pausas la concertación y sorteó en 1980 un juicio de responsabilidades en el Congreso que lo absolvió de cargos.
Patentó una inédita y tardía vocación democrática al fundar en 1979 un partido político que le permitió ingresar llanamente al escenario político en democracia.
Desde entonces, la conservadora Acción Democrática Nacionalista (ADN) se convirtió en el vehículo a través del cual difundió su pensamiento y su acentuada aspiración por alcanzar el poder por la única vía que correspondía: la democracia.
En su segundo Gobierno constitucional, desde agosto de 1997, marcado por un riguroso modelo de economía de mercado, ha enfrentado la más grave crisis social y política desde la restauración democrática en 1982.