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Nuevos ataques a la línea del frente y más víctimas civiles

Según un portavoz del régimen talibán, los bombardeos de anoche destruyeron un hospital en la ciudad de Herat, en el oeste del país y muy lejos de cualquier línea de frente, y mataron a unas 70 personas, entre enfermos y personal.

22 de Octubre de 2001 | 09:06 | EFE
ISLAMABAD.- Los bombardeos aéreos contra Afganistán, que según los talibán se han cobrado ya un millar de vidas inocentes, se centraron hoy principalmente en los puntos que defienden Kabul y la ciudad estratégica de Mazar i Sharif, en el norte del país, frente a las posiciones de la Alianza del Norte.

Según un portavoz del régimen, los bombardeos de anoche destruyeron un hospital en la ciudad de Herat, en el oeste del país y muy lejos de cualquier línea de frente, y mataron a unas 70 personas, entre enfermos y personal.

Se trataría del mayor número de muertos en un solo ataque desde hace más de una semana, cuando los talibán denunciaron la muerte de casi 200 personas en una aldea en el este del país, que según el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, se encontraba al lado de unas cuevas donde se almacenaban municiones.

De confirmarse, la noticia promete intensificar la indignación en el vecino Pakistán, cuya sociedad ha encajado mal las imágenes de los niños heridos ayer en un ataque contra Kabul, en que murieron 18 civiles según los talibán.

Equipos de televisión occidental pudieron filmar ayer imágenes de niños heridos y traumatizados en el hospital de Kabul.

Por otra parte, los talibán afirmaron hoy haber completado el 60 por ciento de la movilización general de la población que el régimen decretó ayer para hacer frente a eventuales nuevos desembarcos de las fuerzas especiales de la coalición encabezada por Estados Unidos.

El Gobierno, reunido ayer en Kabul en sesión urgente, ordenó repartir ametralladoras pesadas, lanzacohetes, baterías antiaéreas y otras armas por todo el país.

Los talibán también enseñaron a la televisión árabe Al Yasira parte del tren de aterrizaje y otras piezas de una aeronave estadounidense que afirmaron haber alcanzado.

El Pentágono insistió en que no había perdido ningún aparato salvo el que se estrelló la madrugada del sábado dentro de Pakistán a causa de "un accidente".

Junto a las piezas, presuntamente de un helicóptero y con claras señas de fabricación estadounidense, los talibán afirmaron haber detectado manchas de sangre, en las montañas Baba Sahib, en el sur del país y muy cerca de la ciudad de Kandahar.

El Pentágono ha reconocido sólo que murieron dos tripulantes del helicóptero siniestrado dentro de Pakistán y que tres de los paracaidistas que participaron en los ataques relámpago de esa misma noche habían sufrido heridas sin gran importancia al aterrizar.

Los talibán aseguraron ayer haber frustrado durante la noche del sábado al domingo nuevos intentos de desembarcar soldados, desde helicópteros, en Kandahar y también en la capital.

También decretaron ayer medidas para mejorar las operaciones de las organizaciones humanitarias internacionales en Afganistán, que han sido con frecuencia víctimas de robos y agresiones en los últimos días.
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