AFGANISTAN.- Los infantes de marina de Estados Unidos interceptaban y registraban el martes los vehículos que se desplazaban por el sur de Afganistán, en busca de armas y hombres de Al Qaeda y sus aliados talibanes, a fin de impedirles que escapasen del país tras la caída de su régimen islámico.
La misión era particularmente espinosa porque muchos civiles afganos suelen llevar armas para su protección personal y porque era probable que muchos ex combatientes vistiesen ahora ropas comunes.
"Uno no puede bajar la guardia", dijo el mayor Chris Hughes en la base aérea de la infantería de marina norteamericana en el sur de Afganistán. "Uno no puede detectar a un soldado enemigo sólo por el uniforme que lleva puesto. Esta es una guerra asimétrica".
Los marines, que estaban provistos de fotos de los dirigentes de Al Qaeda y del Talibán, tenían la opción de dejar que los vehículos con armas siguiesen adelante si consideraban que las armas eran para la protección de la familia.
"No deseamos irritar al pueblo afgano que nos ha ayudado en tratar de ganar esta guerra", dijo el capitán Stewart Upton. "La guerra contra el terrorismo continúa".
Upton dijo que los infantes de marina fotografiaban las armas conquistadas y registraban sus números de serie antes de destruirlas.
Más de 1.300 infantes de marina están emplazados en tierra en Afganistán, donde colaboran con sus colegas de las fuerzas británicas, alemanas y australianas.
La base aérea ha estado en operaciones desde hace dos semanas.