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Mientras el fuego avanza en Sydney, comienzan a contar las pérdidas

Los incendios de estas "Navidades Negras" no han causado víctimas mortales, pero se consideran los peores sufridos por el país desde los años sesenta, más dañinos que los de 1994 y que el incendio del "Miércoles de Ceniza" de 1983, en el que murieron 72 personas.

03 de Enero de 2002 | 08:47 | EFE
SYDNEY, Australia.- Medio millón de hectáreas de bosque y 170 casas han desaparecido calcinadas bajo el fuego en Australia, un estrago cuyo valor material alcanza por ahora 40 millones de dólares, según revelaron hoy compañías aseguradoras.

Los incendios de estas "Navidades Negras" no han causado víctimas mortales, pero se consideran los peores sufridos por el país desde los años sesenta, más dañinos que los de 1994 y que el incendio del "Miércoles de Ceniza" de 1983, en el que murieron 72 personas.

La Organización Aseguradora de Respuesta a Desastres (IDRO) afirmó hoy que las compañías de seguros ya han recibido cerca de dos mil reclamaciones, y los daños superarán los 40 millones de dólares ya que se espera que miles de evacuados presenten sus solicitudes en cuanto normalicen su situación.

Entre 80 y 100 frentes, muchos de ellos supuestamente provocados por bandas de niños y adolescentes, continúan ardiendo en los alrededores de la ciudad de Sydney.

La policía ha arrestado a 20 personas, entre las que se encuentran 12 adolescentes y dos niños de 9 y 10 años, aunque ninguno de ellos parece estar detrás de los 40 incendios que iniciaron la tragedia el día de Navidad.

En el estado de Nueva Gales del Sur reinan desde el pasado día 25 las altas temperaturas y fuertes vientos que han impedido las lluvias, y cada día aparecen nuevos focos de incendios.

Hasta ahora unos 20.000 bomberos siguen turnándose en la lucha contra las llamas, apoyados por helicópteros del Ejército.

El Gobierno de Camberra anunció hoy la compra de dos nuevos helicópteros cisterna, valorados en más de 7 millones de dólares cada uno, que se espera lleguen al país en los próximos días.

Mientras, los cuarteles del Ejército son utilizados para albergar a bomberos, policías e incluso a personas evacuadas.

La vecina Nueva Zelanda, desde donde se divisa la columna de humo que se alza sobre el sureste de Australia, ha ofrecido refuerzos para sumarse al cuerpo de voluntarios y bomberos de todos los estados australianos que cooperan en Nueva Gales del Sur.

Tras una noche agitada en la que se perdieron al menos 20 casas y miles de hectáreas, y cerca de 7.000 residentes de la localidad de Sussex Inlet, al sur de Sydney, tuvieron que abandonar sus viviendas, las evacuaciones continuaron hoy en las áreas adyacentes, Jervis Bay y Hyam’s Beach, y al suroeste, en Oakdal.

Las llamas de dos frentes violentos amenazan de nuevo con alcanzar las viviendas de la región de Hawkesbury, al noroeste de Sydney, cuyos habitantes, que volvieron ayer a sus casas después de haber sido evacuados, esperan bajo alerta roja una nueva orden para abandonar sus hogares.

La presencia de los bomberos fue reforzada en el área de las Montañas Azules, donde varias comunidades continúan observando como las llamas calcinan sus propiedades, mientras los helicópteros las rocían con miles de litros de agua.

Miles de australianos que han comenzado a retornar a sus casas las han encontrado hechas cenizas y otros muchos han perdido coches, caravanas y barcas.

Por su parte, multitud de personas evacuadas en las últimas 48 horas siguen esperando en playas, zonas de acampada y centros para evacuados, sin conocer en qué estado se encuentran sus residencias.

Mientras tanto el país se ha volcado para ayudar a sus conciudadanos, y a las donaciones caritativas privadas, que ya alcanzan unos 300.000 dólares, se ha sumado el millón de dólares concedido por el estado de Nueva Gales del Sur y el Gobierno australiano.

La caridad también se ha volcado en los animales característicos del país, con rescates de canguros y otras especies autóctonas menos conocidas dirigidos por la organización "Vida Salvaje-Sydney".