WASHINGTON.- El secretario de Defensa Donald Rumsfeld reafirmó el martes el compromiso de Estados Unidos con una moratoria de las pruebas nucleares, mientras el Pentágono se preparaba para enviar al Congreso propuestas con vistas a una importante revisión de la política nuclear del país.
"Este (el informe) ciertamente no recomienda pruebas nucleares. Cualquier indicio de eso sería incorrecto", dijo Rumfeld a la prensa en el Pentágono.
Sin embargo, en declaraciones poco antes de la presentación en el Congreso de la Revisión de la Política Nuclear, Rumsfeld dejó abierta la posibilidad de realizar en el futuro pruebas subterráneas para mantener el arsenal de miles de letales ojivas nucleares "seguras y confiables".
El diario The Washington Post dijo el martes que el gobierno del presidente George W. Bush quería presentar la posibilidad de una reanudación de las pruebas tras una moratoria de una década, mientras Washington reduce su arsenal este año de 6.000 ojivas a ente 1.700 y 2.100, un nivel propueto por el mandatario.
Rumsfeld indicó que por ahora Bush continuará respetando la moratoria de las pruebas nucleares autoimpuesta en 1992.
"El presidente está observando la moratoria y lo ha dicho", declaró Rumsfeld a periodistas en el Pentágono. Pero "cualquier país que tenga armas nucleares debe ser respetuoso de la enorme letalidad y poder de esas armas, y tiene una responsabilidad de ver que sean seguras y confiables", agregó.
La preferencia es que no haya pruebas
"Hasta qué punto eso puede hacerse sin pruebas, claramente esto es lo preferido. Y es por eso que el presidente ha llegado a la conclusión de que, hasta ahora, éste es el caso", dijo Rumsfeld.
Cualquier decisión de reiniciar las pruebas por primera vez en un década seguramente provocaría protestas de otros países, entre ellos los aliados estadounidenses.
El Post reportó que la revisión de la polDtica nuclear instará a un proceso más rápido para reiniciar pruebas cuando se crea necesario.
Bajo los parámetros actuales del Departamento de Energía, tomaría dos años preparar las condiciones para la primera prueba, dijo el periódico.
El padre de Bush, el ex presidente George Bush, impuso en 1992 una moratoria para pruebas nucleares subterráneas, que mantuvo su sucesor Bill Clinton.
El Senado estadounidense decidió en 1999 no ratificar el Tratado Amplio de Prohibición de Pruebas, destinado a una prohibición global de todas las pruebas nucleares.
Rumsfeld se negó a discutir detalles del informe clasificado, y no especificó si este recomienda diseñar nuevas y pequeñas armas nucleares dirigidas a penetrar y destruir bunker subterráneos como los usados por las guerrillas de Al Kaidah en Afganistán.