WASHINGTON.- El canciller Carlos Ruckauf terminó el martes sus contactos en Washington con el convencimiento de haber demostrado que la Argentina sigue siendo un aliado de los Estados Unidos y tiene el deseo de consolidar una economía libre, pero también requiere de ayuda multilateral.
"Me he sentido muy cómodo", dijo Ruckauf al concluir una entrevista con el secretario de Estado Colin Powell, la segunda de una jornada que empezó con otro encuentro clave: el secretario del Tesoro Paul O’Neill.
Powell y O’Neill son dos de los funcionarios más importantes del entorno inmediato del Presidente George W. Bush, y sus opiniones resultarán decisivas para facilitar el trabajo de búsqueda de ayuda internacional del gobierno del Presidente Eduardo Duhalde.
Ruckauf dijo que entregó a Powell una carta de Duhalde a Bush en la cual "ratificamos nuestro carácter de aliado extra-OTAN y que íbamos a ir a una economía libre en la Argentina para el bienestar de nuestro pueblo".
Estas han sido las únicas declaraciones de Ruckauf a reporteros durante su visita de dos días a Washington, que le sirvió también para hablar de comercio con Robert Zoellick y defensa con Condoleezza Rice, ambos asesores presidenciales en esos campos.
Martin Redrado, secretario de asuntos económicos y comercio internacional y convertido en vocero de facto de Ruckauf, dijo que en la reunión matinal del canciller con O’Neill se dio "una coincidencia de diagnóstico de los problemas argentinos".
O’Neill expresó "una voluntad de ayuda del gobierno estadounidense al gobierno argentino para resolver su crisis", dijo Redrado hablando con reporteros en la puerta de diplomáticos del Departamento de Estado, mientras Ruckauf esperaba en su limosina.
Explicando los alcances de la declaración de "economía libre" expresada por Ruckauf, Redrado dijo que "la Argentina es una economía libre... que ha tenido problemas que son producto de la improvisación de hace unos meses en política económica".
Dijo que esa improvisación dio lugar a "ciertas restricciones financieras y cambiarias que el gobierno busca levantar en el futuro inmediato".
"El tiempo para levantar esas restricciones debe coincidir también con acuerdos con organismos multilaterales que permitan tener las espaldas suficientes para darle predictibilidad a nuestra política económica", afirmó.
Ruckauf partió luego con destino a Roma y Madrid, donde continuará sus contactos con la Unión Europea. España ejerce actualmente la presidencia del bloque europeo.
FMI, BID y Banco Mundial expresan preocupación
Coincidentemente con la visita, los jefes del Fondo Monetario Internacional, Horst Köhler; el Banco Mundial, James Wolfensohn y el Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias expresaron su preocupación por el caso argentino.
El trío, que había estado actuando conservadoramente frente a la crisis argentina debido principalmente a la persistente posición estadounidense de no hablar de ayuda en tanto el país no presente un plan económico viable, se reunió el lunes "para hablar de Argentina". Al final sólo expresaron su "disposición de ayudar".
Redrado dijo que con Powell, el encuentro fue "excelente" y sirvió para que la Argentina explicara su política exterior y su asociación comercial con el continente, y le pidiera una revisión del alerta a viajeros que emitió el Departamento de Estado sobre la seguridad pública en la Argentina y que estaba perjudicando al turismo.
Dijo que Ruckauf y Powell hablaron de un "trabajo conjunto" en las Naciones Unidas, particularmente en el campo de los derechos humanos en Cuba, de la "voluntad argentina" de cumplir con el plazo del 2005 para poner en marcha el Area de Libre Comercio de las Américas y de fortalecer los contactos Mercosur-Estados Unidos en el Grupo 41.
