BUENOS AIRES.- El Presidente argentino, Eduardo Duhalde, afirmó que el país vivirá "momentos más difíciles", en sus primeras declaraciones públicas tras su regreso de la Cumbre de Monterrey, donde se reunió con el director del Fondo Monetario Internacional, Horst Koehler.
Duhalde consideró que si a consecuencia de la subida del dólar se genera una hiperinflación habrá que “bancársela (soportarla)”, aunque garantizó que aún en ese escenario no va a “abandonar a la gente”.
“Les digo a los argentinos que vamos a vivir momentos más difíciles que estos. Sería muy raro que en una crisis como ésta no hubiera momentos aún más graves”, afirmó el presidente en una entrevista concedida a un grupo de diarios nacionales.
Pese a la subida sostenida del dólar registrada en las últimas jornadas, que colocaron a la divisa por encima de los tres pesos, Duhalde ratificó que “intervendrá el Banco Central cuando lo considere oportuno”, y entendió que para ello “tiene sobrada cantidad de pesos”.
El jefe de Estado calificó como “una estupidez” que un posible brote hiperinflacionario arrastre a su Gobierno a una caída institucional. “Aunque el dólar se vaya a nueve pesos, nosotros tenemos que seguir”, afirmó.
A pesar de todo, consideró que en caso de llegar a la hiperinflación, “tendremos que bancárnosla. Todos los países que pasaron por situaciones difíciles han tenido que bancársela. Yo no voy a abandonar a la gente”.
Si bien la escalada de precios es una de las posibles consecuencias de la desvalorización del peso, Duhalde negó que su administración vaya a disponer el control de precios. “No hay manera de controlarlos. Tenemos un Estado desarmado para el control, pero vamos a actuar fuertemente sobre los precios”.
Más allá de la preocupación por el desenvolvimiento de la cotización del dólar, el que entendió no es el tema central de su Gobierno, Duhalde destacó la importancia de la puesta en marcha de “un nuevo derecho de familia. Un derecho de ocupación para jefes y jefas de hogar desocupados trabajando cuatro horas diarias con un sueldo de 150 pesos”.
Al respecto, consideró el plan social como “innegociable” ante los requerimientos de reformas planteadas por el Fondo Monetario Internacional, a cuyos funcionarios, afirmó, “lo único que les importa es que no se gaste más de lo presupuestado”.
Duhalde también consideró que con este plan se producirá “un descenso brusco de los índices” de desocupación, y descartó la posibilidad de un estallido social porque “todo lo que sean necesidades primarias muy básicas, se van a tranquilizar mucho”.
Sobre la dura negociación que mantiene el Gobierno con las autoridades del FMI para alcanzar un nuevo acuerdo que facilite la salida de la crisis, Duhalde se sinceró al afirmar que el organismo “no cree en nada” y “la verdad que tienen razón”.
