EL CAIRO.- La negativa israelí a escuchar el llamamiento de EE.UU., la UE, Rusia y la ONU para que se retire de los territorios palestinos ha levantado hoy otra ola de indignación y protestas en los países árabes, horas antes de la llegada a Jordania del secretario norteamericano de Estado, Colin Powell.
En la reunión que Powell mantuvo ayer en Madrid con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, los ministros de Exteriores de España y Rusia, Josep Piqué e Igor Ivanov, respectivamente, y el alto representante europeo de Política Exterior, Javier Solana, pidieron a Israel la inmediata retirada de sus tropas de los territorios palestinos.
El Primer Ministro israelí, Ariel Sharón, respondió inmediatamente con una negativa tajante y dijo que necesitaba "más tiempo" para acabar con lo que denomina "estructura terrorista" de los palestinos.
"La credibilidad estadounidense está cerca del nivel cero y, si Powell regresa a Washington con las manos vacías, estará bajo cero y podremos esperar cualquier cosa", señala hoy el diario "Al Rai", de Jordania, donde esta noche hará una escala el secretario de Estado de EE.UU. para entrevistarse con el rey Abdalá.
Después de hablar con Abdalá, quien insistirá en la necesidad del cese inmediato de la ofensiva israelí contra los palestinos y recordará que ya ha empezado a desestabilizar toda la región, especialmente los regímenes aliados de EE.UU., como los de Egipto y Jordania, Powell viajará esta misma noche a Israel.
Además de reiterar a Sharón que debe parar su campaña militar contra los palestinos y retirar sus tropas, Powell ha anunciado que se entrevistará con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, al que su país y la comunidad internacional reconocen como legítimo representante de su pueblo, aunque Israel lo "ignora" y lo mantiene sitiado en la ciudad cisjordana de Ramala.
"Cualquier tolerancia de la Administración estadounidense con Israel para que prosiga su ofensiva militar y no retire sus tropas de los territorios palestinos puede encender la mecha de una nueva explosión de protestas árabes, mucho más violentas, contra Estados Unidos e Israel", señala hoy el diario egipcio "Al Ahram".
Decenas de restaurantes de comida rápida de compañías de EE.UU. han sido atacados en las multitudinarias manifestaciones que desde el pasado 29 de marzo tienen lugar en todo el mundo árabe en apoyo de los palestinos y en contra de Israel.
Los manifestantes, que consideran a Washington "cómplice de Israel en el genocidio del pueblo palestino", también han intentado atacar sedes diplomáticas y centros culturales estadounidenses, y al menos tres personas han muerto en enfrentamientos con la Policía, una en Bahrein, otra en Yemen y la última en Egipto.
En las últimas manifestaciones, que en muchos de estos países han sido duramente reprimidas por la Policía, se han producido cientos de heridos y numerosos detenidos, lo que también ha generado una gran indignación entre los participantes.
"Esta visita de Powell a Israel puede ser la última oportunidad de EE.UU. para salvar un mínimo de credibilidad en el mundo árabe. Su previsible fracaso hará que los pueblos árabes no vean nunca más a Washington como un mediador honrado en el proceso de paz de Oriente Medio", dijo a EFE Said Abdel Razek, comentarista político de la radio oficial egipcia.
Para él, la opinión pública árabe ya ve a Estados Unidos, principal apoyo y suministrador de armas del Estado hebreo, "como un cómplice directo en la brutal agresión israelí a los palestinos".
"Esta vez, las protestas pueden quedar totalmente fuera de control y poner en graves dificultades a los dirigentes de los países que creen que EE.UU. puede hacer algo para acabar con la injusticia a que está sometido el pueblo palestino", concluyó Abdel Razek.