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Bush estudia recomendación de vetar "vía rápida" si incluye traba

La amenaza del rechazo presidencial "es un mensaje sincero al Senado para que proteja el libre comercio y derrote la enmienda", dijo en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. La enmienda Dayton-Craig permitiría al Congreso modificar cualquier convenio comercial en el futuro.

14 de Mayo de 2002 | 14:41 | EFE
WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., George W. Bush, analiza la recomendación de altos cargos de su Gobierno de vetar la "Autoridad para la Promoción Comercial" (TPA, en inglés) si ésta incluye una controvertida enmienda que debate el Senado.

La amenaza del rechazo presidencial "es un mensaje sincero al Senado para que proteja el libre comercio y derrote la enmienda", dijo en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.

Para Bush, la enmienda promovida por el senador republicano Larry Craig y el demócrata Mark Dayton "es una preocupación muy seria", porque mina "la causa y propósito del libre comercio", agregó.

La enmienda Dayton-Craig permitiría al Congreso modificar cualquier convenio comercial en el futuro, cuando el proyecto de ley sobre la "vía rápida" establece que el Congreso sólo puede rechazar o aceptar esos acuerdos en su totalidad, sin efectuar cambios.

Los secretarios de Comercio, Don Evans; y de Agricultura, Ann Veneman, así como el representante comercial de EE.UU., Robert Zoellick, instaron hoy al Senado a que desista de este plan de enmendar la "TPA".

La enmienda, una de tantas que analiza el Senado, pretende otorgar al Congreso la facultad para rechazar cualquier parte de un acuerdo comercial que, en su opinión, debilite las leyes federales contra las prácticas desleales.

Aunque la intención de los senadores es proteger a la industria local, Evans señaló en su misiva al presidente del Comité de Finanzas del Senado, Max Baucus, que la enmienda Dayton-Craig debilita la "TPA" "sin justificación alguna".

La oposición a la enmienda es tal, que Evans señaló que "recomendaría firmemente" el veto del presidente Bush si la versión final de la "TPA" incluye esa medida.

Evans explicó que la "TPA" instruye al Gobierno de EE.UU. a hacer cumplir con rigor sus leyes comerciales y la enmienda Dayton-Craig no es más que un elemento disuasorio, porque "otros países se negarían a discutir sus asuntos más delicados".

La injerencia del Congreso en los convenios comerciales echaría por tierra cualquier negociación "en detrimento de los trabajadores, agricultores y consumidores en EE.UU.", indicaron los altos cargos.

Pero Craig, quien no cede a las presiones de la Casa Blanca para que retire la enmienda, sostiene en que la medida envía a los socios comerciales de EE.UU. el mensaje de que el Congreso respalda las leyes contra la competencia desleal.

La enmienda Dayton-Craig tampoco goza del respaldo de líderes del sector empresarial, quienes en rueda de prensa señalaron hoy que la medida es un elemento "nocivo" para el comercio exterior y para reducir las barreras comerciales.

La enmienda "básicamente mutila la autoridad para la promoción comercial y hace que toda nuestra labor sea en vano", comentó Jerry Jasinowski, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes.

Los senadores demócratas y republicanos ya habían logrado la semana pasada importantes avances sobre la "TPA", tras acordar un aumento en los beneficios sociales para los trabajadores afectados por el comercio en el extranjero.

Pero la actual enmienda en discusión amenaza con estancar nuevamente el proceso bipartidista.

A propuesta del líder de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, los senadores han incluido en el debate sobre la "TPA" la asistencia médica a los trabajadores que pierdan su empleo debido al comercio exterior o al traslado de sus empresas a otros países.

También debaten la extensión de la "Ley de Preferencias Arancelarias Andinas" (ATPA, en inglés) que reduce las tarifas para los productos importados de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia.

El "ATPA", un programa de diez años con el que EE.UU. retribuye la lucha antinarcóticos de los países andinos, caducó en diciembre, pero la Casa Blanca lo prorrogó hasta el 16 de mayo.

La Casa Blanca no cuenta desde 1994 con una autorización de "vía rápida" o "fast track".

La Cámara de Representantes aprobó por un solo voto en diciembre pasado la medida, que permanece estancada en el Senado.