RAMALLA, Cisjordania.- El Ejército israelí detuvo hoy a cuatro palestinos sospechosos de actividades terroristas en Tulkarem, e impuso el estado de sitio a las ciudades y aldeas palestinas de Cisjordania, desde Jenín hasta Ramallá.
Las tropas israelíes continuaron hoy sus operaciones en Tulkarem con la intención de evitar "ataques terroristas" contra objetivos israelíes, dijeron fuentes militares.
Durante la incursión, que comenzó el viernes por la tarde, las tropas han rastreado "casa por casa" el campo de refugiados de la ciudad, y se han incautado una cantidad indeterminada de armas y explosivos, agregaron las fuentes.
Por su lado, fuentes palestinas dijeron que más de 30 mujeres, 50 niños y ocho hombres fueron confinados en un apartamento del campamento, para facilitar, según las tropas israelíes, la búsqueda de sospechosos de actividades terroristas.
El propietario del apartamento, Maza Badran, le dijo al gobernador de Tulkarem, Izedine Al Sharif, que las personas confinadas se habían quedado sin agua y alimentos.
El Ejército israelí, por su parte, indicó que los confinados mientras que las tropas efectuaban las redadas habían sido provistos de "todos los productos esenciales que habían solicitado".
Además, las tropas israelíes declararon el toque de queda a una decena de aldeas dentro de la llamada "línea verde", la frontera imaginaria que separa Cisjordania de territorio israelí, a fin, según el Ejército, de prevenir que "terroristas palestinos" se infiltren en Israel para cometer atentados.
Durante esta jornada, murió un recién nacido palestino en un puesto de control militar en el distrito de Belén, a causa de la prohibición por los soldados israelíes del paso a la madre a un centro hospitalario, para que se le practicara una cesárea que requería.
En la ciudad de Tulkarem murió el viernes un reservista israelí y dos soldados resultaron heridos en los enfrentamientos con milicianos palestinos, ocho de los cuales también fueron heridos.