WASHINGTON.- La Casa Blanca habría autorizado a la CIA a que ponga en marcha un "programa encubierto y de amplio alcance" para derrocar al Presidente iraquí, Saddam Hussein, incluso por la fuerza, informó hoy el diario The Washington Post.
Citando a "fuentes informadas", el diario capitalino indicó que el Presidente de EE.UU., George W. Bush, habría dado la orden a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a principios de año para que use todos los métodos y herramientas necesarias para capturar al gobernante iraquí.
Esas herramientas incluirían una mayor asistencia económica, militar, tecnológica y de capacitación a la oposición iraquí; una extensa recopilación de datos de inteligencia sobre el Gobierno y Ejército iraquí, y el uso de las fuerzas especiales, similares a las que EE.UU. envió a Afganistán a raíz de los atentados terroristas del año pasado.
"Esas fuerzas estarían autorizadas a matar a Hussein si estuviesen actuando en defensa propia", señaló The Washington Post en una información de portada.
El diario indicó además que el Gobierno de Estados Unidos ya ha destinado "decenas de millones" de dólares a esa operación encubierta.
Sin embargo, según fuentes anónimas, el propio director de la CIA, George Tenet, ha advertido que la operación encubierta tendría escasas posibilidades de lograr la meta, si no va acompañada de un esfuerzo diplomático, militar y económico.
La operación de la CIA sería un paso "preparatorio" para una eventual campaña militar, de manera que la agencia pueda recabar más información sobre posibles blancos en Irak y preparar el camino para un gobierno alternativo, una vez derrocado Hussein, indicó el diario.
Según las fuentes del rotativo, entre las opciones que baraja el Pentágono figura una invasión militar en Irak, posiblemente para el próximo año, con al menos 200.000 soldados.
La filtración sobre este plan encubierto -con instrucciones concretas- surge varios meses después de que EE.UU. advirtiera de que Saddam Hussein debe permitir el regreso de los inspectores de la ONU a las instalaciones en que podría producir armas de destrucción masiva.
El Gobierno iraquí expulsó a los inspectores y no ha permitido su regreso desde diciembre de 1998.