JERUSALÉN.- El Presidente palestino, Yasser Arafat, dijo hoy que la construcción de un muro de seguridad "es una medida racista y sionista que no podemos aceptar. Lo rechazamos por completo y lo resistimos con toda nuestra fuerza".
El muro de seguridad, que se construye a lo largo de 130 kilómetros de la llamada Línea Verde, separará Israel de Cisjordania para evitar "la filtración de terroristas palestinos".
Arafat se refirió también a las críticas realizadas por la Consejera estadounidense de Seguridad Nacional, Condoleeza Rice, quien en una entrevista hecha pública ayer domingo dijo que "la Autoridad Nacional Palestina (ANP) está corrompida y llena de terror, y no es la base para la creación de un Estado palestino".
Según el Presidente palestino, Rice "no tiene derecho a darnos órdenes. Nosotros hacemos lo que creemos adecuado para nuestro pueblo".
En cuanto a la posibilidad de que el Presidente estadounidense, George W. Bush, haga declaraciones favorables a Israel en su próximo discurso sobre el conflicto de Oriente Medio, Arafat remarcó que "no hay que olvidar que EE.UU. fue uno de los países que creó a Israel".
Las reacciones de la Administración estadounidense "no constituyen ninguna sorpresa. Esta no es la primera vez que EE.UU. apoya a Israel", dijo.
El líder palestino, que visitó tres escuelas en Ramallá con motivo de los exámenes finales de la educación secundaria palestina, afirmó que, a pesar de los obstáculos que tienen hoy en día los alumnos, "tengo confianza en el proceso de educación palestino porque los estudiantes son la generación que dibujará el verdadero mapa de Palestina que fue perfilado hace décadas".
Por otro lado, más de cien jóvenes palestinos se examinan en centros de detención israelíes, donde permanecen retenidos después de la ofensiva israelí contra Cisjordania con arrestos masivos desde el 29 marzo de 2002, según la organización palestina de derechos humanos Al-Qanun.
Esta medida ha sido adoptada tras una petición previa realizada al Tribunal Supremo israelí por un abogado de esa organización de derechos humanos, en la que además se exigió que los palestinos detenidos tuvieran acceso a libros de texto.