PAMPLONA.- Pamplona dijo el domingo adiós a las fiestas de San Fermín del año 2002 con un encierro rápido y limpio en el que no se registraron heridos por asta de toro a pesar de la lluvia y un suelo mojado.
Sin embargo, un joven de Castellón resultó herido de gravedad al resbalar durante el encierro y fue ingresado en un hospital con fractura de la bóveda craneal.
Otras cuatro personas tuvieron que ser atendidas por contusiones de menor consideración en centros hospitalarios, dijo el gobierno.
El último de los toros de la ganadería de Eduardo Miura entró en el corral de la plaza menos de tres minutos después del inicio del encierro, al que acudieron más jóvenes que el resto de la semana por tratarse del último día de festejos.
Los sanfermines de este año se han caracterizado por la tranquilidad y la tradicional gran asistencia de ciudadanos extranjeros para asistir a las fiestas españolas de mayor popularidad.
En total, en los nueve días y 204 horas de locura colectiva de unos festejos inmortalizados por el escritor estadounidense Ernest Hemingway en su novela "Fiesta", se registraron 12 heridos por asta de toro.
El día de mayores incidentes fue el martes, cuando se registraron cinco empitonados tras uno de los encierros más largos de los últimos años.
En el último siglo, 13 corredores han muerto al ser fatalmente cogidos por algún toro, el último un joven estadounidense de 22 años en 1995.