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Se relajan tensiones entre Marruecos y España

Aunque España alabó el compromiso marroquí de no reocupar al disputada Isla Perejil si las tropas españolas se retiran, afirmó que éste debe manifestarse a través de canales diplomáticos en lugar de la prensa.

19 de Julio de 2002 | 18:36 | REUTERS
BEL YOUNECH, Marruecos.- España dijo hoy que daba la bienvenida al compromiso marroquí de no reocupar el disputado islote de Perejil si las tropas españolas se retiran, pero el conflicto sobre el deshabitado peñasco parecía estar lejos de llegar a su fin.

España dijo que el compromiso debe manifestarse a través de canales diplomáticos en lugar de la prensa, refiriéndose a los comentarios del canciller marroquí, Mohamed Benaissa, en la mañana del viernes.

La promesa de Benaissa se produjo una semana después de que soldados marroquíes ocuparan el pequeño islote, provocando un rápido y eficaz operativo de España para desalojarlos.

Las tropas españolas comenzaron el viernes su tercer día de ocupación de Perejil.

"Yo reitero ahora públicamente mi promesa. Marruecos no tiene intención de volver a la isla, después de que las fuerzas españolas se hayan marchado", dijo Benaissa en una entrevista con la cadena española de radio SER, el jueves por la noche.

Benaissa, quien debe viajar a París este viernes como parte de una gira diplomática para explicar la posición de Marruecos, dijo que no se reuniría con su homóloga española hasta que las tropas de Madrid no salgan del islote.

Una fuente de la Oficina del Exterior de España dijo que su país quería el regreso al "status quo" en Perejil y que estaba tratando de "establecer un contacto directo, ya sea por teléfono o a través de una enviado".

Marruecos reclama la soberanía de Perejil -que llama Leila- y justificó su ocupación del islote el 11 de julio diciendo que era un punto de observación de la inmigración ilegal y el narcotráfico a España a través de los 20 kilómetros del Estrecho de Gibraltar.

Los marroquíes han mantenido una protesta en acantilados desde donde se ve Perejil, y Rabat ha estado bajo presiones internas para adoptar medidas más duras, con llamados a marchar contra los enclaves españoles en su territorio: Ceuta y Melilla.

Ceuta y Melilla son temas delicados en las ya tensas relaciones entre Madrid y Rabat, afectadas por disputas en torno a la inmigración, los derechos de pesca, la exploración de petróleo y aguas disputadas, y el futuro del Sahara Occidental.

España también reforzó las medidas de seguridad en el interior de Ceuta y Melilla, y a pesar de la presencia de efectivos antidisturbios, la vida en las dos ciudades autónomas transcurría con normalidad.

Las relaciones llegaron a un punto bajo en octubre, cuando Marruecos retiró a su embajador en Madrid, citando lo que calificó de una serie de actitudes hostiles.

La ministra de Relaciones Exteriores de España, Ana Palacio, recibió con beneplácito las declaraciones de Benaissa, pero dijo que España no tenía intenciones de impulsar un acuerdo de soberanía conjunta sobre Perejil.

Palacio dijo que España deseaba retornar al uso conjunto del islote, usado por los marroquíes para criar cabras, pero que también ha sido escondite de narcotraficantes.

La tensión entre los dos vecinos parecía haberse suavizado de alguna manera tras pedidos internacionales a una solución pacífica y el retorno al status quo previo.

En Rabat, diplomáticos dijeron que el objetivo real de Marruecos al instalar el puesto de observación en el islote podría haber sido el de llamar la atención sobre el estatus de Ceuta y Melilla mientras España negocia con Gran Bretaña la suerte de Gibraltar.

Un ministro del Gobierno, aunque no aceptó por completo esta interpretación de las intenciones marroquíes, reconoció que existe un vínculo.

"Ahora todo el mundo sabe que estos dos enclaves están ocupados por España", dijo el ministro de Servicio Público y Reforma Administrativa, M'hammed el Khalifa, en una entrevista publicada el viernes.

"La disputa sobre el islote de Leila le hizo un favor a Marruecos en un sentido porque toda la prensa internacional ha comenzado a hablar por primera vez sobre las diferencias históricas respecto a Sebta (Ceuta) y Melilla bajo ocupación española", dijo el funcionario al diario Aujourd'hui Le Maroc.