RAMALLA.- El líder palestino Yasser Arafat expresó hoy su condena a todas las formas de terrorismo y exigió la reanudación de las negociaciones para poner fin al sangriento conflicto con Israel, a la par que aseguró que el próximo enero se celebrarán elecciones generales en la Franja de Gaza y Cisjordania.
En un discurso ante el Consejo Legislativo Palestino (CLP, Parlamento) esperado con gran expectación, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) condenó el terrorismo y subrayó que los palestinos están contra éste, ya sea ejercido por estados, grupos o individuos.
Los palestinos están dispuestos a participar en todos los esfuerzos destinados a erradicar el terrorismo, aseguró Arafat.
Concretamente condenó "todos los actos de terrorismo contra civiles israelíes", y aseguró que Israel está utilizándolos como excusa para reocupar los territorios palestinos.
"Los israelíes están usando estos ataques para esconder sus crímenes contra nuestra gente, y estos ataques le dan a Israel la excusa para matar, destruir, asesinar y violar las leyes internacionales y los acuerdos firmados", agregó.
Sin embargo, Arafat no pidió explícitamente el fin de los atentados suicidas palestinos en ciudades israelíes, que sí figuraba en la versión escrita de su discurso, ni pidió al CLP que formule una ley que condene este tipo de ataques.
Aún así, aseguró que "nuestro interés nacional y la preocupación por mantener el apoyo internacional para nuestra resistencia contra la ocupación militar, los asentamientos, el bloqueo israelí de nuestras tierras y gente, demandan que reiteremos nuestra posición condenando estos ataques contra civiles israelíes".
Gran parte de su largo y en ocasiones divagador discurso lo dedicó al estancado proceso de paz, atacando al Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, por haber anunciado hace dos días que todos los acuerdos firmados con los palestinos no son ya válidos.
A la par, apeló a la opinión pública israelí. "Queremos alcanzar la paz con ustedes. Queremos seguridad y estabilidad para nosotros, ustedes y toda la región, basadas en las resoluciones internacionales. La paz de los valientes está ante nosotros, no detrás nuestro", dijo.
Según Arafat, unos 66.000 palestinos han muerto o resultado heridos en los dos años de Intifada. Estas cifras contrastan con las dadas por la Media Luna Roja palestina, que estima en 20.212 los palestinos heridos y en 1.741 los muertos.
La comunidad internacional quiere un "mensaje claro" de los palestinos acerca de que están dispuestos a negociar la paz con Israel y llevar a cabo reformas internas.
En este sentido, aseguró que la reforma de la ANP es "muy importante", ya que junto al imperio de la ley "reforzará nuestra posición frente al mundo".
"Llamamos a todos los países del mundo a que nos ayuden a practicar la democracia enviando observadores internacionales para supervisar las elecciones presidenciales y parlamentarias", dijo, añadiendo que estos comicios se celebrarán en enero de 2003.
El líder palestino, de 73 años, causó unos instantes de confusión entre los miembros del Parlamento al decir, con una sonrisa, que está dispuesto a entregar el poder. "Si ustedes quieren sustituirme, estoy a su disposición. Me harían un favor y yo haría una pausa", manifestó ante los 47 parlamentarios que acudieron a la cita.
Sin embargo, posteriormente, el consejero de Arafat Nabil Abu Rudeineh subrayó que la oferta del presidente de la ANP "no es nada nuevo".
"Arafat fue elegido democráticamente y se marchará cuando no lo elijan", dijo Rudeineh.
Observadores palestinos calificaron después la oferta de Arafat como "broma" con la que quería burlarse de las críticas internacionales.
El Gobierno israelí calificó el discurso de Arafat de "irrelevante", aunque el líder de la oposición, Yossi Sarid, aseguró que contenía "elementos positivos y alentadores".
La de hoy fue la primera sesión formal del Consejo Legislativo Palestino desde el comienzo del sangriento conflicto hace casi dos años.
En total, 75 de los 88 parlamentarios participaron en el encuentro, que entre otras debe aprobar la reforma gubernamental de Arafat efectuada en junio y las demás reformas anunciadas.
Sólo 47 parlamentarios se reunieron en el cuartel general de Arafat. Otros 28 siguieron su discurso desde Gaza. Israel había prohibido el viaje a Ramallá de 13 diputados, alegando que tenían contactos con extremistas.