EL CAIRO.- La Liga Arabe inició esta mañana una reunión de emergencia en apoyo del líder palestino, Yaser Arafat, tras el anuncio de Israel de que el cerco militar al que le somete pretende obligarle al exilio.
El encuentro se celebra después de que el Presidente de Egipto, Hosni Mubarak, el rey Abdala II de Jordania y el heredero de Arabia Saudí, príncipe Abdala Bin Abdelaziz, advirtieran durante el fin de semana de que la deslegitimación de Arafat desataría en Oriente Medio una espiral de violencia de alcance imprevisible.
La reunión fue convocada a petición del delegado palestino en la Liga, Mohamed Subeih, y en ella participan los representantes permanentes de los veintidós estados miembros.
Portavoces de la organización panárabe precisaron que la conferencia se inició con una exposición por Subeih de "las condiciones extremadamente difíciles" en que se encuentra Arafat, sitiado en sus oficinas de la ciudad cisjordana de Ramala desde el jueves, cuando las tropas israelíes comenzaron a demoler el edificio con fuego de artillería.
En su intervención, Subeih responsabilizó del asedio a EE.UU. por su política "parcial" a favor de Israel, y urgió a los países árabes a que presionen a la administración de Washington para que ponga fin a la crisis de manera inmediata.
En declaraciones a la prensa antes de la reunión -que se celebra en la sede de la Liga Arabe en El Cairo-, el delegado palestino denunció que EE.UU. ha usado hasta ahora de su derecho de veto en la ONU para impedir toda resolución para el envío de un contingente militar internacional que proteja a los palestinos.
"Esa postura no ayuda en nada el avance de la paz en la región y solo conduce a nuevos y constantes derramamientos de sangre, así que ya es hora de que EE.UU. asuma de una vez su responsabilidad en todo lo que está pasando", dijo.
Pese a la gravedad de la situación, fuentes oficiales de la organización panárabe consultadas por EFE se mostraron pesimistas sobre la trascendencia real de la reunión, cuya conclusión se prevé para el curso de esta tarde.
"El encuentro es una mera formalidad. Los delegados permanentes no pueden ir más allá que reiterar verbalmente el apoyo a Arafat ya expresado por sus respectivos países", precisaron, en alusión al bajo nivel de la representación en la conferencia.
Las fuentes recordaron que la Liga Arabe "es un reflejo del estado de división en que se encuentra el mundo árabe desde la Guerra del Golfo en 1991", cuando varios países de la región participaron en la campaña militar contra Irak tras la invasión por esta nación de la vecina Kuwait.
Aunque asedio puede poner en serio peligro la vida de Arafat, el líder palestino se resiste a claudicar y abandonar Ramallá para refugiarse en el extranjero, lo que le haría perder credibilidad y legitimidad entre su pueblo.
Según fuentes de asesores de Arafat que permanecen junto a él y que fueron citados por la agencia de noticias egipcia Mena, la edificación donde se encuentran "está a punto del derrumbamiento", pese a lo que el líder palestino ha reiterado que "prefiero morir como un mártir antes que rendirme".
