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Estrictas medidas de seguridad en el Vaticano para Semana Santa

La posibilidad de un atentado se maneja desde hace meses como hipótesis en los más altos niveles del Vaticano.

31 de Marzo de 2004 | 08:30 | DPA
CIUDAD DEL VATICANO.- Por primera vez en la historia, un Papa podría celebrar la Pascua este año con un chaleco antibalas si las medidas de seguridad en el Vaticano siguen incrementándose como lo han hecho hasta ahora ante el temor de un atentado terrorista durante Semana Santa.

Pero si eso sucede, la opinión pública difícilmente lo sabrá, porque la Santa Sede, como no se cansa de repetir su portavoz, Joaquín Navarro Valls, nunca hace comentarios a la prensa sobre cuestiones de seguridad.

Lo cierto es que la posibilidad de un atentado se maneja desde hace meses como hipótesis en los más altos niveles del Vaticano. El día de Pascua, demás, es considerado particularmente riesgoso porque coincide exactamente con el primer mes del atentado de Madrid.

Desde las pasadas fiestas de Navidad, el nivel de seguridad y controles en la plaza y la basílica de San Pedro, así como en los Museos Vaticanos, ha aumentado. Especialmente cuando se efectúan celebraciones multitudinarias en la plaza, como beatificaciones o canonizaciones. Desde entonces, el tráfico nocturno por Via de la Conciliazione, así como el estacionamiento, están limitados.

Pero esta semana las autoridades vaticanas decidieron asimismo trasladar la antigua oficina de venta de monedas vaticanas (euros con imágenes de la Santa Sede), tradicionalmente ubicada a la izquierda de la plaza de San Pedro, a la basílica de San Paolo Extramuros, bastante alejada del Vaticano.

Miles de personas, italianos y extranjeros, se amontonaban hasta ahora a las puertas de la oficina, especialmente en los primeros días de venta de la serie de euros con imágenes vaticanas que son la delicia de los coleccionistas de todo el mundo. La venta de la serie 2004 comenzará el 2 de abril.

Por otra parte, trascendió que la Digos (servicio secreto italiano), en coordinación con la policía, los carabineros y los encargados de seguridad del Vaticano, han colocado docenas de sus miembros en ropas de civil en los puntos neurálgicos del Vaticano, además de los controles con detectores de metales ya vistos durante la Navidad pasada.

Según el diario "La Repubblica", la Guardia Suiza, que es la guardia personal del Pontífice, ha sido entrenada en técnicas particulares últimamente y habría recibido ciertas ametralladoras muy eficientes.

No hay por ahora ninguna amenaza precisa de atentado, dicen las autoridades vaticanas, aclarando que todas estas medidas son sólo preventivas.

Cosa nunca ocurrida antes en las áreas que circundan el Vaticano, tanto a los italianos como a los turistas que se encuentren por la zona se le podrá solicitar un documento de identidad y hacer controles cruzados con la central de policía mientras los pozos de desagües en las calles y los cestos de basura son controlados asiduamente.

Estas medidas referidas específicamente al Vaticano se agregan a muchas otras que el gobierno italiano ha incentivado luego del atentado en Madrid.

Los trenes subterráneos -uno de los cuales en particular lleva turistas al Vaticano- y la red vial, son controlados minuciosamente por personal especializado y perros anti explosivos.

A partir de julio, además, según el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, los puertos y naves comerciales italianas estarán protegidos por sofisticados sistemas de seguridad.

Las naves de cierto tamaño deberán poner en funcionamiento un mecanismo que permita aislar la zona de los comandos -como se ha hecho en los aviones-, instalar un particular sistema de alarma y controlar cuidadosamente a los pasajeros y sus maletas así como las mercaderías que transportan, mientras en los puertos se colocaran videocámaras.

Los hospitales están también siendo preparados para poder ofrecer, varios de ellos en caso de emergencia, al menos cien internaciones en poco tiempo. En particular, si se tratara de ataques bacteriológicos o químicos, en centros especializados como el hospital Sacco de Milán y el Spallanzani y San Camillo de Roma.
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