EL CAIRO.- El grupo del extremista jordano Abu Mussab Al Zarqawi asumió hoy, a través de Internet, la autoría de la decapitación del ciudadano japonés secuestrado la semana pasada en Irak.
En un comunicado publicado en el sitio web que utiliza con regularidad, el grupo "Al-Qaeda wal Yiad fil Balad al Rafidein" (Al-Qaeda y Guerra Santa en Mesopotamia) revela, asimismo, que el Gobierno de Tokio ofreció "millones de dólares" para la liberación de Shosei Koda.
"El mundo debe saber, de norte a sur, de este a oeste, que, por la misericordia de Allah, Al-Qaeda se mantiene firme en su lucha sagrada pese a que Japón ofreció millones de dólares", explica el texto, divulgado junto a un video, en el que se pueden observar los detalles macabros del asesinato.
El cadáver de Koda, un trotamundos nipón de 24 años, fue hallado el pasado sábado junto a un hospital del norte de Bagdad, envuelto en una bandera estadounidense, con las manos atadas y la cabeza colocada en la espalda.
"Si Japón hubiera querido salvarlo realmente del destino que le esperaba, únicamente tenía que haber retirado sus tropas de Irak, aliadas de los cruzados" (en alusión a EE.UU.), recuerda el documento.
Las autoridades japonesas no han comentado el documento, cuya veracidad es difícil de comprobar.
El grupo hizo pública la captura de Koda, que viajó solo a Irak desde Ammán "por afán de aventura", el pasado 26 de octubre, en un vídeo colgado en el mismo sitio de Internet.
Pese a las fuertes presiones internas, el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, se negó a retirar los cerca de 500 soldados que su país tiene desplegados en la localidad meridional iraquí de Samawa.
Al igual que en otras ocasiones, en la grabación que documenta el asesinato se puede observar a tres hombres enmascarados, uno de los cuales lee un texto antes de que otro degüelle al rehén y muestra su cabeza a la cámara entre gritos de "Allah es el más grande".
Desde que el pasado abril estallara la denominada "crisis de los rehenes", más de 150 ciudadanos extranjeros de más de una veintena de nacionalidades han sido secuestrados en Irak.
Algunos han sido puestos en libertad, otros permanecen aún cautivos y varios han sido asesinados, casi siempre por el grupo de Al-Zarqaui, el más sanguinario de los que actúan en el país.
