PARIS.- El portavoz del Gobierno francés desmintió hoy implícitamente la hipótesis de que el líder palestino Yasser Arafat muriese a causa de un envenenamiento, ya que "si los médicos hubieran tenido la menor duda, habrían recurrido a la justicia".
Arafat, que falleció el pasado jueves en un hospital militar cerca de París, "recibió los mejores cuidados posibles y todos los exámenes que debían hacerse se hicieron. Si los médicos hubieran tenido la menor duda habrían recurrido a la justicia", dijo el portavoz, Jean-Francois Copé, al término del Consejo de ministros.
"Destaco que el permiso para inhumarlo fue emitido", añadió.
La causa oficial de la muerte de Arafat no ha sido dada a conocer por el hospital militar de Percy, donde fue tratado en sus últimos trece días de vida, lo que ha desatado especulaciones sobre la razón del deceso, en especial sobre un posible envenenamiento.
Esa hipótesis ha sido descartada por los médicos franceses, indica hoy el vespertino "Le Monde", que asegura que Arafat murió como consecuencia de una grave enfermedad sanguínea denominada CIVD (coagulación intravascular diseminada), así como por lesiones de las células hepáticas sin origen alcohólico.
Según el diario, los expertos de Percy trabajaron ampliamente sobre la posibilidad del envenenamiento, "con técnicas muy sofisticadas", antes de descartarla.
Las autoridades palestinas han pedido oficialmente al Gobierno galo que revele la causa de su muerte para acallar los numerosos rumores, pero París invoca el secreto médico y dejará en manos de la familia de Arafat la decisión de divulgar o no la información clínica.
Copé reiteró que la ley francesa prohíbe hacer público el informe médico de Arafat, al que "sólo tienen acceso sus derechohabientes, es decir, su familia".
"Los poderes públicos no pueden, en ningún caso, violar una ley que se refiere a nuestras libertades fundamentales", añadió el portavoz.
