MIAMI.- Vecinos de Miami del niño balsero Elián González, volvieron a los tribunales estadounidenses, al iniciarse un juicio por uso excesivo de la fuerza en el operativo para sacar al menor de la casa de su tío abuelo.
La demanda contra el gobierno estadounidense, presentada en marzo de 2003, pide una compensación indeterminada para los demandantes por negligencia, agresión y daños emocionales derivados del operativo que el FBI llevó a cabo en la madrugada del 22 de abril de 2000 para devolver a Elián a Cuba, como lo habían dispuesto los tribunales.
Elián vivía entonces en la casa de su tío abuelo Lázaro González, quien había pedido su custodia, contra la voluntad de su padre, Juan Miguel, el cual era apoyado por el gobierno cubano.
El niño fue hallado en noviembre de 1999 frente a las costas de Florida, aferrado a un neumático, tras el naufragio de una embarcación en el que murieron su madre y varios otros cubanos que intentaban llegar a Estados Unidos.
En el primer día del juicio, la defensa, representada por el abogado Paul Orfenedes, de la organización conservadora Judicial Watch, presentó como testigos a un matrimonio vecino a los González, que alegó que fueron rociados con gas lacrimógeno por los agentes mientras estaban dentro de su propiedad.
La mujer dijo que el día del operativo despertó con gritos y ruidos de la calle y al salir de su residencia para ver qué pasaba un agente le apuntó con una escopeta y otro la roció con gas en la cara.
Afirmó además que los efectos del gas -náuseas, falta de aliento y dolores- le duraron meses, que aún sufre desorientación y paranoia ocasional y que la hepatitis C que padece ha empeorado.
Se espera que el juicio siga durante toda esta semana. La defensa planea traer 18 testigos y la Fiscalía 16, dijo Orfenedes al salir del tribunal.
La defensa espera también establecer que entre las autoridades estadounidenses existía un prejuicio contra los cubanos y que la agresividad con éstos fue premeditada.