BAGDAD.- Un total de 31 soldados estadounidenses murieron hoy al estrellarse un helicóptero militar CH-53 Sea Stallion por causas aún desconocidas en el oeste de Irak, según fuentes militares estadounidenses.
La Casa Blanca confirmó la muerte de los 31 marines a bordo y anunció que el Pentágono está investigando el hecho.
El Presidente, George W. Bush, lamentó las bajas y destacó que "lo vital es el objetivo a largo plazo, y eso es expandir la libertad". Asimismo el Primer Mandatario reconoció que las numerosas bajas causan desaliento entre los norteamericanos.
"Lo de hoy es desalentador para el pueblo estadounidense. Y yo lo entiendo, pues valoramos la vida. Lloramos y nos entristecemos cuando los soldados mueren", expresó.
El portavoz del Mando Central estadounidense en Qatar, general Mathew MacLukland, entrevistado por la cadena de televisión Al Jazeera, confirmó que hay al menos 31 muertos y un número indeterminado de heridos, pero no especificó si se trató de un accidente o un atentado.
Esto eleva a 36 el número de soldados estadounidenses muertos en Irak en un solo día, lo que hace de esta jornada la más sangrienta sufrida por las tropas norteamericanas desde la invasión de marzo de 2003, y a sólo cuatro días de las elecciones en el país árabe.
Aunque algunas fuentes habían informado en un primer momento de que el incidente tuvo lugar en Hawiya, cerca de Kirkuk, en el norte de Irak, el general dijo que ocurrió en el oeste del país.
Probablemente se trata del helicóptero militar que esta mañana se estrelló en la localidad de Rutba, junto a la frontera jordana cuando efectuaba "una operación de seguridad", si bien se desconoce hasta ahora si hay víctimas, al igual que la causa de que se haya estrellado.
Además, cuatro soldados estadounidenses murieron en diferentes misiones de seguridad en la provincia de Al Anbar (oeste del país), según un comunicado militar estadounidense, a los que además hay que sumar otro muerto por fuego de mortero en un barrio del norte de Bagdad.