EMOLTV

Nuncio recuerda mensaje del Papa en misa con asistencia de Castro

"Que Cuba se abra con todas sus magnificas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba", dijo entonces Juan Pablo II.

04 de Abril de 2005 | 22:44 | EFE
LA HABANA.- El Nuncio Apostólico en La Habana, Luigi Bonazzi, abogó por el diálogo en Cuba, en cumplimiento del deseo expresado por Juan Pablo II en su histórica visita al país, durante una misa de funeral a la que asistió el líder cubano, Fidel Castro.

Castro, cuya presencia en la Catedral de La Habana no se recordaba en décadas y se considera un hecho insólito, cambió su habitual uniforme verde olivo por un traje de calle negro para asistir a esta misa solemne.

Durante el oficio, el Nuncio se refirió a la "inolvidable" visita de Juan Pablo II a Cuba, del 21 al 25 de enero de 1998, y recordó algunas de las frases más relevantes de sus discursos.

"Que Cuba se abra con todas sus magnificas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba", dijo entonces el Papa que, según Bonazzi, "quedó profundamente impresionando, asombrado, por la admirable manifestación de afecto que recibió del pueblo cubano".

Marcado por su visita a la isla, explicó Bonazzi, el pasado enero, cuando el embajador cubano presentó credenciales ante la Santa Sede, Juan Pablo II le mencionó una de las demandas de la Iglesia cubana y le recordó que "es conveniente el diálogo entre todos los grupos que integran el pueblo cubano".

El Papa llegó a Cuba "como mensajero de verdad y esperanza", dijo por su parte el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, para quien Juan Pablo II fue un hombre que "trabajó sin descanso por la paz en el mundo" y un "apasionado de la verdad".

"La Iglesia y el mundo pierden a un hombre referencial en su firme postura ética y en su capacidad de mirar la hora presente de la humanidad con misericordia", afirmó Ortega durante el oficio.

Juan Pablo II "permanecerá como un faro luminoso para la Iglesia y la humanidad", añadió el cardenal, que partirá esta noche para Roma para participar en el cónclave cardenalicio que elegirá al nuevo Pontífice.

A la ceremonia celebrada en la Catedral acudieron también otros altos cargos del gobierno, dirigentes del Partido Comunista, intelectuales y una amplia representación del cuerpo diplomático.

Varios miles de fieles siguieron la ceremonia por medio de pantallas gigantes colocadas en la Plaza de la Catedral.