SAO PAULO.- Un preso fue decapitado hoy y siete guardianes permanecieron varias horas como rehenes durante un motín en una cárcel en las afueras de Sao Paulo, que finalmente fue controlado por la policía, informaron las autoridades brasileñas.
La rebelión comenzó sobre el mediodía en el Centro de Detención Provisional de Itapecerica da Serra, área metropolitana de Sao Paulo, y cuatro horas después la policía puso fin a los desórdenes y liberó a los rehenes, según la Secretaría de Seguridad Pública.
El preso decapitado, cuya identidad no fue facilitada, estaba en un sector conocido como "seguro", donde habitualmente permanecen los reclusos amenazados de muerte por bandas rivales.
Los amotinados, que quemaron colchones y efectuaron disparos al aire, redujeron a los guardias y después penetraron en el lugar donde estaba el recluso amenazado, tras lo cual lo ejecutaron.
En el momento en que comenzó la rebelión unos 300 familiares de los reclusos estaban de visita en la cárcel pero ninguno de ellos fue maltratado, según las autoridades.
La cárcel donde se produjo el motín tiene capacidad para 768 presos pero alberga a casi el doble, unos 1.305 reclusos, de acuerdo a informes de la Secretaría de Seguridad.