FORT HOOD.- El juicio contra la soldado estadounidense Lynndie England, que se declaró culpable de abusos contra prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, ha quedado en el limbo tras la decisión del juez militar de declararlo nulo.
"Este juicio se detendrá hoy y se reiniciará en algún momento futuro. En este momento no se puede declarar culpabilidad", dijo el el juez, coronel James Pohl, ante un tribunal militar convocado en Fort Hood, una instalación castrense en el estado de Texas (EEUU).
Fuentes militares señalaron que el caso será enviado a la autoridad que convocó el tribunal militar, la cual podría reiniciar el proceso tras una decisión al respecto que podría tardar meses en tomarse.
Hasta ahora ningún alto mando militar ha sido acusado directamente en el escándalo, desatado por la difusión mundial de imágenes de prisioneros desnudos en posturas humillantes, pese a que también se han denunciado malos tratos contra prisioneros en la base naval de Guantánamo (Cuba) y en Afganistán.
Al explicar su decisión, el magistrado indicó que no estaba convencido de que la reservista del Ejército, que apareció en la mayor parte de las notorias fotografías, fuera consciente de que sus acciones eran "impropias".
Fotos para entrenamiento
Cuando se declaró culpable, England, de 22 años, manifestó al juez el pasado lunes que suponía que las fotografías tenían como objetivo entretener a los guardias de la prisión.
England se declaró culpable de siete cargos, dos de conspiración, cuatro de maltrato de detenidos y uno por cometer un acto indecente.
A cambio de esa admisión, la defensa logró que la fiscalía retirara un cargo por negligencia en el cumplimiento del deber y otro por un acto indecente.
Declaración Favorable
Pero el juicio fue declarado nulo después de que el soldado Charles Graner, ya condenado por los abusos, compareciera como testigo de la defensa.
Graner, compañero romántico de la soldado hace dos años, señaló que las fotografías, una de las cuales mostraba a England asiendo una correa al extremo de la cual había un prisionero desnudo tendido por el suelo, tenían como objetivo servir como material para el entrenamiento de guardias.
"Tomé la correa. Se la puse alrededor de los hombros (del prisionero) y después le quedó en el cuello. Después pedí (a England) que la asiera con su mano para que yo tomara tres fotos", dijo Graner.
El soldado manifestó que el prisionero involucrado había formulado de manera repetida amenazas contra los soldados estadounidenses.
Graner, presuntamente padre del hijo que la joven dio a luz en noviembre, ya fue sentenciado a diez años de cárcel por su participación en los abusos.
Otras fotografías mostraban a una England sonriente junto a una pirámide de presos desnudos y en otras apuntando a los genitales de los reclusos.
Leyes militares
Esas fotografías constituyeron un duro golpe para la imagen de EE.UU. que a comienzos de 2004 continuaba bajo el alud de críticas por su decisión unilateral de intervenir militarmente en Irak.
El juez indicó que era imposible armonizar las declaraciones de Graner y de England y afirmó que "tampoco puede haber una conspiración de una sola persona".
Pohl señaló que había hablado con los abogados de la defensa y de la fiscalía y "ambas partes me han indicado que no hay forma de resolver este problema".
Mirando directamente a England, el juez señaló que "aquí se han presentado pruebas de que usted no es culpable".
"Si usted en realidad no cree que sea culpable, si honestamente cree que estaba haciendo lo que Graner le dijo que hiciera, entonces no se puede declarar culpable", manifestó el magistrado.
De acuerdo a la ley militar, el magistrado podía aceptar la declaración de culpabilidad de England sólo bajo el convencimiento de que la mujer sabía que lo que hacía era ilegal.
Pese a que no se han planteado cargos contra los niveles superiores de las Fuerzas Armadas por el escándalo, Graner ha sostenido que tanto él como otros guardias de Abu Ghraib seguían órdenes de los interrogadores cuando cometieron los abusos contra los prisioneros.