PANAMÁ.- El Presidente Martín Torrijos lanzó ayer el proyecto de expansión del Canal de Panamá que exigirá una inversión de 5.250 millones de dólares y dijo a los panameños que sería "imperdonable" no explotar al máximo la posición geográfica del país.
"Este es nuestro proyecto como país", manifestó el Gobernante en un mensaje a la nación, después de recibir la recomendación de la junta directiva del canal.
Torrijos no mencionó fecha alguna para el referendo en que los panameños aprobarán o no el proyecto. Se dedicó más que todo a llamar la atención sobre el momento crucial de la vía de 91 años y subrayó la necesidad de adecuarlo a los cambios del creciente comercio mundial.
El Mandatario dijo que sería imperdonable quedarse con los brazos cruzados.
"Nuestra aspiración es explotar al máximo nuestra posición geográfica", subrayó. "El dilema que se nos presenta es el siguiente: esperar que el canal llegue a su máxima capacidad o invertir ahora... y Panamá pueda multiplicar sus ganancias".
Tercer carril
El administrador del Canal, Alberto Alemán Zubieta, hizo antes un resumen de los aspectos técnicos y financieros del plan, en una ceremonia celebrada en un centro de convenciones de la capital.
Alemán explicó que el proyecto consiste en dotar al canal de un tercer carril con esclusas más anchas que las actuales, a fin de permitir el paso de buques más grandes y mayor volumen de carga.
Dijo que el costo de la obra es de 5.250 millones de dólares y que se pagará con aumentos de los peajes.
Admitió que en los años más intensos de la construcción se requerirá de un financiamiento externo que estimó en 2.300 millones de dólares.
Torrijos dijo que aceptó la recomendación porque el proyecto es "autofinanciable", no compromete los aportes de la vía al Estado y no provocará desplazamientos de campesinos que viven a orillas de la vía.
El primer administrador del canal y crítico a la ampliación, Fernando Manfredo, expresó sus dudas. "Me parece un costo razonable, pero del dicho al hecho hay mucho trecho", señaló.
A Torrijos, hijo del extinto general Omar Torrijos que firmó los tratados con Estados Unidos para la transferencia del canal, le tocó lanzar la expansión de la vía que transformó este país en eje del comercio marítimo mundial desde 1914.
Aún faltan pasos
El proyecto debe ser aprobado por la legislatura y luego sometido a un referéndum, previsto para este año.
Torrijos le pidió a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) que "salga a explicar la propuesta".
La ACP, que opera la vía desde el fin de la administración estadounidense en 1999, tomó varios años en realizar un centenar de estudios para recomendar la ampliación.
La ACP sostiene que el canal opera a su máxima capacidad y que la expansión es necesaria para mantener al istmo como un punto importante para el comercio mundial, particularmente en momentos en que crece el comercio entre China y la costa Este de Estados Unidos, ruta clave de la vía.
Las autoridades también temen que la saturación del canal desaliente a los clientes, y en las últimas semanas llamaron la atención sobre la cola de barcos que esperaba cruzar la zanja de 80 kilómetros entre los océanos Atlántico y Pacífico.
La ACP advirtió hace poco que países como México desean atraer tráfico de Panamá a su sistema interconectado de puertos y ferrocarriles.
La obra apunta a la construcción de un nuevo carril con dos esclusas, que serán un 40% más anchas y largas que las actuales para permitir el paso de buques Post Panamax, que pueden transportar 8.000 contenedores, casi el doble de los Panamax, los más grandes que pueden utilizar el canal actualmente.
El canal permite de forma anual el paso de unos 13.000 barcos y un volumen de carga de 280 millones de toneladas, que se duplicaría en el caso de cristalizarse la expansión en los próximos siete años.
Pero los opositores dicen que la ampliación es un paso muy arriesgado por el gigantesco costo que exige a un pequeño país endeudado y advierten que el plan de pagar el proyecto con el aumento de los peajes puede tener efectos negativos.
"Puede desalentar a los usuarios y darle fuerza a otras alternativas de tránsito", consideró Manfredo en una entrevista reciente.
Abierto al mundo el 15 de agosto de 1914, el canal mueve cerca del 5% del comercio mundial, y sirve de paso para buena parte de las exportaciones de países como Chile y Ecuador, los principales clientes latinoamericanos.
El canal es la fuente de mayor ingreso para este país. En los últimos seis años de administración panameña, sus aportes al Estado fueron por 1.821,1 millones de dólares.