SAO PAULO.- El monje tibetano Tenzin Gyatso, el decimocuarto Dalai Lama, defendió el uso del condón como método de control de la natalidad y el aborto en casos especiales.
En entrevista que publica hoy el matutino "Folha de Sao Paulo", el monje
definió al aborto como un asesinato que debe ser evitado, pero dijo aceptar su práctica en situaciones en que la vida de la mujer corre peligro. Sin embargo, condenó el aborto "por lujo" o conveniencia, y consideró que en esos casos, la mujer debe ir presa.
Con relación al preservativo, el Dalai Lama, Premio Nobel de la Paz en 1989, lo definió como el mejor método no violento para el control de la natalidad.
"El control poblacional es necesario. El mundo ya tiene 6 billones de habitantes. Hay una enorme diferencia de renta entre familias pobres y ricas. Esa laguna no es sólo moralmente equivocada, sino también un problema social. (...)
Precisamos de un método de control de la natalidad, y el mejor método es el no violento, como el condón", aseguró.
Al finalizar anoche su visita de cuatro días al Brasil, y luego de un acto interreligioso al que acudieron cerca de cinco mil personas, el monje afirmó no estar contra los bienes materiales, sino contra la postura que sólo piensa en los bienes materiales.
"No estoy en contra de los bienes materiales. Son necesarios. Ningún tibetano quiere una vida pobre. (...) Pero sólo (pensar en) bienes materiales está mal. (...) Además de facilidades materiales, precisamos de espiritualidad", explicó.
"No somos animales que nos conformamos con abrigo y comida. Tenemos inteligencia y a veces, eso crea necesidades adicionales", agregó.
En otro orden, el Dalai Lama aclaró que nada de lo que es cobrado para asistir a sus conferencias va a su bolsillo. "El propósito de mi visita es servir, no es un negocio financiero. Yo soy apenas un monje budista", afirmó.
Su lucha contra la violencia
El Dalai Lama, cuyo mensaje pacifista es escuchado y respetado por multitudes de todas las religiones, ratificó su condena a la violencia como método para alcanzar cualquier objetivo.
"En principio, la violencia es un método equivocado, porque, a pesar de que su motivación y su objetivo parezcan correctos, la naturaleza de ese método es imprevisible. Una vez que uno cometió la violencia, eso sale fácilmente de su control, como sucede en Irak, o como fue en Afganistán y en Vietnam", declaró.
El Dalai Lama, refugiado en la India desde 1959, luego de que una rebelión que intentó separar la región del Tibet de la República Popular China, dijo aceptar que el Tibet es una región especial de ese país, y que lo que busca junto a sus correligionarios, además de su retorno al Tibet, es no una independencia, sino el respeto a su cultura, su lengua y su espiritualidad.
El monje budista partió hoy para Buenos Aires, donde continuará su gira por países del continente.