RAMALLAH/GAZA.- Seis semanas después de la toma de posesión del gobierno de Hamas, la suspensión de la ayuda internacional ha precipitado la economía palestina al borde del colapso. Las colas en las gasolineras vacías de Cisjordania eran este miércoles un signo más de la crisis, después de que una empresa israelí interrumpiera el suministro.
"Sin combustible las instalaciones de importancia vital dejarán de funcionar, entre ellas también los hospitales y las oficinas del gobierno", advierte Muyahed Salameh, director de la oficina de Petróleo palestina. También el abastecimiento de agua y el sistema energético corren peligro, señaló. La cúpula palestina ya ve en el horizonte una catástrofe humanitaria.
En la Franja de Gaza la situación es aún más tensa, no sólo porque los partidarios de Hamas y Al Fatah, anteriormente en el gobierno, se hayan enfrentado en tiroteos mortales. La suspensión de la ayuda es perceptible para todos. Muchos comercios permanecen cerrados, los médicos se quejan de la falta de importantes medicamentos. En las calles apenas circulan los coches. Los palestinos venden sus joyas, porque las autoridades y empresas ya no pagan los salarios.
Los países donantes occidentales suspendieron la ayuda porque Hamas no quiere reconocer a Israel. La organización palestina no ha perpetrado ningún atentado desde hace casi un año, pero subraya que los palestinos tienen derecho a llevarlos a cabo como parte de su defensa contra la fuerza de ocupación israelí. En respuesta, Israel retiene las tasas aduaneras y los impuestos palestinos.
Pero el Cuarteto de Medio Oriente -Naciones Unidas, Estados Unidos la Unión Europea y Rusia- quiere evitar el colapso total del abastecimiento y la economía en los territorios palestinos. Por ello, el dinero irá a parar a partir de ahora a los palestinos sin pasar por las manos del gobierno de Hamas. Se trata sobre todo del salario de más de 150.000 empelados de las autoridades palestinas y del abastecimiento humanitario de la población. Se creará un fondo del que saldrán los pagos, de momento por un plazo de tres meses.
No sólo la cúpula palestina observa el plan con escepticismo. Expertos dudan que a largo plazo pueda evitarse el trato con la Autoridad Nacional Palestina, controlada por Hamas. "La dimensión del colapso no debería ser subestimada", advierten expertos de la organización de Naciones Unidas OCHA que coordina las ayudas internacionales en Jerusalén.
"Las Naciones Unidas no puede -desde el punto de vista de su mandato y su capacidad- sustituir el papel de la Autoridad Nacional Palestina o la calidad y dimensión de sus servicios".
De esta manera, los palestinos se ven amenazados tras las elecciones parlamentarias, en las que votaron mayoritariamente a Hamas, con una nueva espiral descendente. A pesar de que los palestinos figuran entre los principales receptores de ayuda per cápita, su economía ha retrocedido de forma continua desde 2000. Un informe de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) dice que la situación económica se ha transformado de los programas de desarrollo a la ayuda urgente.