RAMALLAH, Cisjordania.- El Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, dio diez días de plazo a Hamas y Al Fatah para que se pongan de acuerdo sobre un programa político, anunciando que de no ser así organizará un referéndum para salir de la crisis.
Abbas hizo esta propuesta en la apertura del "diálogo nacional" interpalestino, con el telón de fondo de la crisis político-financiera del gobierno palestino y la violencia entre partidarios de Hamas y Al Fatah, que ha causado diez muertos en la Franja de Gaza en las últimas semanas.
"Debemos estar a la altura de la responsabilidad. Si el diálogo resulta en vano en los próximos diez días, someteré el documento elaborado por los prisioneros a referéndum en un plazo de 40 días", declaró el gobernante.
El líder palestino se refería así al "documento de entente nacional" preparado por dirigentes palestinos encarcelados en Israel y hecho público el 10 de mayo.
El texto sugiere confinar la "resistencia" a los territorios ocupados -es decir, el fin de los atentados en Israel-, la formación de un gobierno de unidad nacional y la creación de un Estado palestino en los territorios ocupados por Israel en 1967, lo que constituiría un reconocimiento implícito del Estado hebreo, una posibilidad rechazada por Hamas.
Israel decidió hoy apoyar a Abbas al anunciar su autorización para la transferencia de armas ligeras y municiones a las fuerzas que le son fieles.
"Se trata de varios centenares de armas procedentes de países extranjeros y que serán puestas bajo nuestro estricto control. Sabremos exactamente a quién y dónde serán entregadas", precisó el gabinete del Ministerio de Defensa, en Tel Aviv.
Interrogado por la AFP, el portavoz de Abas, Nabil Abu Rudeina, estimó que el "anuncio hecho por el ministerio israelí de Defensa es engañoso", sin añadir a éste ningún comentario.
Hamas rechaza presiones
Por su parte, Hamas, cuyo gobierno ha sido boicoteado por Estados Unidos y la Unión Europea y privado de las ayudas internacionales por su rechazo a reconocer a Israel y a renunciar a la violencia, estimó que la propuesta de un referéndum constituye una "tentativa de presión" por parte de Abbas.
"Presentar esta idea antes del diálogo es prematuro. Representa una tentativa de presión con el fin de imponer una cierta visión y condiciones al diálogo", afirmó un portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri.
"¿Por qué pasar por alto el Parlamento e ir directamente a referéndum cuando esto no se ha producido nunca antes?", se preguntó Zuhri.
El partido de Abbas, Al Fatah, aceptó por su parte el documento de los líderes encarcelados.
El "diálogo nacional" representó una oportunidad para Abbas y para el Primer Ministro de Hamas, Ismail Haniyeh, para lanzar nuevos llamados con el fin de impedir que los enfrentamientos de Gaza se conviertan en "guerra civil".
"No hay que recurrir a las armas porque la sangre palestina es sagrada", dijo Abbas en su cuartel general de Ramallah, la Muqata, en un discurso retransmitido por videoconferencia en Gaza.
El diálogo se celebra simultáneamente en Ramallah y en un centro de conferencias en Gaza, por la prohibición de Israel a los miembros de Hamas y a otros grupos de desplazarse entre Cisjordania y la Franja de Gaza.
"¿Cómo podemos librarnos a luchas internas cuando estamos enzarzados en una batalla contra el asedio (de los territorios palestinos por parte de los israelíes), el muro y la colonización?", se preguntó Abbas.