LIMA.— El Presidente electo del Perú, Alan García, anunció hoy que espera viajar la próxima semana a Chile para reunirse con la Mandataria chilena Michelle Bachelet, al aceptar la invitación que la Jefa de Estado le hiciera.
"Mi visita a Santiago de Chile está prevista para el jueves o viernes de la próxima semana", dijo escuetamente García a la prensa de su país, tras la salida de la primera reunión que sostuvo con los congresistas de su partido Apra que fueron electos para conformar el próximo parlamento.
Esta sería la segunda reunión de García con un Mandatario, pues el martes viajó por unas horas al Brasil, donde se entrevistó con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
La intención de la visita, que la semana pasada fue confirmada por La Moneda, es estrechar los lazos bilaterales con la administración peruana entrante, al igual que la pretensión del Gobierno de Bachelet de tener la mejores relaciones con los países de la región.
Por otro lado, García reiteró que "el primer gran objetivo" de su Gobierno será "declarar en emergencia a la clase política, para demostrarle al país una nueva forma de hacer política dentro de la más severa y estricta autoridad".
García criticó a los que, dijo, se han beneficiado económicamente durante el Gobierno del presidente saliente Alejandro Toledo, que entrega el poder el 28 de julio.
"Ya veremos a partir del 29 de julio cómo se deja sin efecto eso, y cómo se hace que los que han gastado indebidamente devuelvan el dinero", recalcó el futuro Gobernante, quien también dijo que la gestión de Toledo no ha podido superar la pobreza existente en el Perú.
"El mapa político del país es el retrato del Gobierno que termina, y vemos que mucho más de la mitad del Perú está en una condición de pobreza muy grande, de desesperanza frente al sistema político, y de rebeldía frente a los abusos de la clase política", manifestó García.
El Presidente electo, que gobernó el Perú entre 1985 y 1990, reiteró su política de austeridad, de la que anunció buscará reducir el sueldo presidencial y el de la burocracia, así como disminuir el número de embajadas, con el fin de obtener mayores recursos para cubrir las necesidades de las clases más pobres del país.