BRASILIA.- Presos rebelados en el estado brasileño de Espíritu Santo, en la región sudeste del país, pusieron hoy fin al motín, durante el cual mataron a dos detenidos, y liberaron a más de 250 rehenes que mantenían en su poder desde el sábado.
La rebelión se había producido en la prisión de seguridad máxima de Viana, región metropolitana de Vitoria, capital de Espíritu Santo, y concluyó hoy con la liberación de 214 mujeres y 50 niños que estaban en poder de los presos desde el sábado.
Durante el motín, dos presos de facciones rivales fueron asesinados, uno de ellos decapitados, y sus cuerpos fueron colgados en rejas externas de la unidad.
Un tercer preso habría muerto hoy, pero las autoridades no confirmaron esta información.
La secretaría de Seguridad de Espíritu Santo confirmó que las tropas federales enviadas por el gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva inspeccionaron hoy el penal, pero no confirmaron si llegaron a ingresar a la unidad.
El motín de la cárcel de Viana estuvo acompañado por otras dos rebeliones en el estado. En una de ellas, en Vila Velha, un preso murió y cuatro religiosos que eran retenidos por los amotinados fueron liberados el domingo sanos y salvos.
La otra rebelión estalló en el penal de Linhares, a 137 kilómetros de Vitoria, donde 150 presos permanecieron en poder del penal por 24 horas. Durante el motín, un preso fue lanzado por sus compañeros desde el techo del edificio y su estado es grave.