WASHINGTON.- Una nueva prueba ayuda a explicar la causalidad del mal de Alzheimer y podría señalar maneras de llegar a un diagnóstico o inclusive un tratamiento en una etapa más temprana, dice un estudio.
Depósitos en el cerebro de una pequeña proteína conocida como amyloide beta parecerían tener influencia en el desarrollo del mal de Alzheimer, también conocido como demencia senil. Pero los científicos no han podido determinar aún si el organismo comienza a producir un exceso de esa proteína, o si ha perdido la capacidad de eliminarla.
Ahora, una investigación llevada a cabo por el doctor Randall J. Bateman, de la universidad de Washington en Saint Louis podría encontrar la respuesta mediante una prueba que por primera vez podrá analizar la proteína.
Una prueba inicial de la nueva técnica en seis voluntarios sanos determinó que la proteína es producida y eliminada con gran rapidez, manteniéndose en equilibrio en el sistema nervioso central, informaron investigadores en un trabajo difundido el lunes en la edición online de la revista especializada Nature Medicine.
Por cierto, parecería que la proteína, también conocida como Abeta, se produce a mayor velocidad de lo que se había calculado antes, señaló Bateman en un comunicado.
Y eso es inesperado. Debido a que la enfermedad causante de una degeneración de las células nerviosas demora tanto en desarrollarse, muchos expertos presumían que la tasa de producción de la proteína era muy lenta.
Bateman piensa ahora examinar a personas con demencia senil a fin de determinar si la fuente de la enfermedad es un aumento de la producción de proteína, o una disminución de la capacidad de eliminar Abeta.
"El ensayo describe un avance muy interesante y de potencial importancia", dijo el doctor Samuel Gandy, de la Universidad Thomas Jefferson en Filadelfia. Gandy no participó en la investigación.
El médico dijo que el desafío ahora es encontrar claves para determinar la posibilidad de detectar el mal antes de que aparezcan los síntomas. Por ahora, dijo Gandy, la nueva prueba "puede ser más útil como herramienta de investigación que como una prueba de diagnóstico clínico".
Sin embargo, Bateman consideró que el examen podría ser útil en investigaciones del mal de Alzheimer.
"Si ulteriores estudios confirman la validez de nuestra prueba", dijo Bateman en un comunicado, "sería muy valioso para determinar qué drogas podrían proponerse en pruebas clínicas, así como sus dosis".