Laura Bozzo.(Foto: AP). |
LIMA.- La presentadora televisiva peruana Laura Bozzo salió el viernes en libertad tras recibir una condena de cuatro años de detención, tres de los cuales ya los cumplió en arresto domiciliario, y el resto se le suspendió bajo ciertas condiciones.
Bozzo fue arrestada el 17 de julio del 2002 en el aeropuerto de Lima cuando iba a viajar a Nueva York desde Perú, bajo los cargos de "asociación ilícita para delinquir en agravio del Estado y la sociedad".
A lo largo del extenso proceso judicial, la entrevistadora ha negado repetidamente haber recibido tres millones de dólares del ex jefe de inteligencia Vladimiro Montesinos, sentenciado a 10 años de cárcel, para favorecer al presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) a través de sus programas televisivos durante la campaña presidencial del 2000, como se la acusaba.
El viernes, el tribunal la halló culpable de estos delitos, y la condenó a cuatro años de detención, aunque se aclaró que la ejecución de esta pena "se suspende condicionalmente" por los tres años que cumplió de arresto domiciliario entre el 2002 y el 2005, cuando salió en libertad condicional debido a que ninguna persona en Perú puede permanecer detenida sin sentencia.
Bozzo pasó su tiempo de detención dentro de un apartamento adecuado dentro del mismo estudio donde grabó sus populares programas de comentarios en un barrio residencial de Lima.
"He pasado graves estragos, desórdenes alimenticios, insomnio y otras molestias graves", dijo Bozzo a la AP en una entrevista realizada en abril, cuando se mostraba segura de que la justicia peruana la hallaría inocente.
El viernes, Bozzo, visiblemente molesta y moviendo su cabeza en forma negativa, escuchó la sentencia en silencio, sin levantar la mirada hacia la jueza Denisse Baca, que preside la tercera sala anticorrupción.
Baca añadió que Bozzo deberá cumplir con tres condiciones: no ausentarse del lugar de su residencia sin permiso, lo cual ya realiza; pagar 38.000 soles (alrededor de 11.600 dólares) por sus delitos, y acudir cada tres meses a los juzgados para informar de sus actividades.
La fiscalía había solicitado siete años de detención, y el pago de alrededor de cuatro millones de dólares como reparación.
Ella y Telemundo dieron por terminado el programa de entrevistas que mantenía con éxito, y la peruana dijo a la AP que firmaría contrato con la cadena mexicana Televisa para realizar otro tipo de programas "de tinte social".