TOKIO, SEÚL, NUEVA YORK.- Por pedido de Estados Unidos y Japón, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pospuso hoy la votación de una resolución para imponer sanciones sobre Corea del Norte por sus recientes pruebas de misiles.
El embajador estadounidense John Bolton dijo a la prensa que la medida tiene por objetivo apoyar los esfuerzos diplomáticos en curso por parte de China y Estados Unidos.
"Hemos acordado que no presionaremos a favor de una votación hoy (lunes)", dijo Bolton, agregando que la decisión sería revisada diariamente.
"La suspensión no será indefinida (...) Lo importante es que nosotros suspendemos aquí en Nueva York mientras actúa la diplomacia en China", añadió.
En el mismo sentido, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, manifestó su esperanza de que China presione a Corea del Norte hacia la resolución del conflicto.
Es "importante que China, en particular, que tiene una considerable influencia en Corea del Norte, tenga esta oportunidad de hacer que funcione su misión diplomática", aseveró Rice.
Bolton, el embajador japonés Kenzo Oshima, el embajador francés Jean Mar de la Sabliere y el embajador británico Emyr Jones Parry se reunieron hoy para analizar el desarrollo de la situación en torno a este tema.
Desde el viernes pasado está pendiente en la ONU la votación de una resolución contra Corea del Norte que fue impulsada por Japón.
Rusia y China, que tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad, apoyan una declaración que condene las pruebas pero son contrarias a la imposición de sanciones.
También Corea del Sur se ha mostrado cautelosa de cara a llevar a Pyongyang ante el máximo órgano decisorio de la ONU y el domingo calificó de desmesurada la reacción de Japón ante las pruebas de misiles.
Tokio rechazó hoy estas críticas de Seúl y calificó su respuesta de "natural", teniendo en cuenta que Japón se encuentra dentro del alcance de los misiles probados.
"Estaba claro que el lanzamiento de misiles suponía una amenaza a Japón y a la región", dijo el portavoz gubernamental nipón, Shinzo Abe, en rueda de prensa.
"Es natural que Japón responda con medidas para afrontar la crisis", aseguró. "Creo que el modo (de Corea del Sur) de describirlo es lamentable", continuó Abe, considerado un posible sucesor del actual Primer Ministro nipón, Junichiro Koizumi.
El subsecretario de Estado adjunto norteamericano Christopher Hill, responsable de las negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano, exhortó hoy al régimen de Pyongyang a que regrese a la mesa de negociaciones sin condiciones para hallar una solución al conflicto.
"Es muy importante que todos los países hagan lo que puedan hacer a su manera para enviar un mensaje muy claro y unánime a los norcoreanos diciéndoles que esta forma de actuar es inaceptable", dijo Hill en Tokio, en relación con las pruebas de misiles realizadas por Corea del Norte la semana pasada y la negativa de este país a retornar a las conversaciones a seis bandas sobre su programa nuclear.
"Quisiéramos dejar muy claro que todos, todos estamos hablando con una sola voz respecto a esta acción provocadora de los norcoreanos de lanzar misiles de todos los tipos y tamaños", recalcó el diplomático estadounidense tras reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores japonés, Taro Aso.
Hill dijo que Estados Unidos mantiene un "estrecho contacto" con Moscú y Pekín y ve que ambos "entienden la importancia de hablar con una sola voz en esta cuestión".
Nueva Guerra de Corea
Corea del Norte, mientras tanto, volvió a acusar hoy a Estados Unidos de tratar de instigar una nueva guerra en la península coreana, en un comentario publicado en el diario oficial norcoreano "Rodong Sinmun".
Los ejercicios militares que actualmente se realizan en el Pacífico (Rimpac) con barcos de Estados Unidos y otros siete países son un "juego extremadamente provocador y peligroso que tiene como objetivo una segunda Guerra de Corea", se afirma en el artículo, reproducido este lunes por la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Para Pyongyang, el objetivo oficial de los ejercicios militares, la seguridad de las rutas marinas y la lucha contra el terrorismo, no es más que una excusa.
"Mientras el mundo está inquieto, una nueva guerra en la península coreana podría tener consecuencias catastróficas", advierte. La península coreana forma parte de una "agresiva estrategia en Asia" de Washington, agrega sin mencionar, sin embargo, las pruebas con los misiles.
Por otra parte, un portavoz del Ministerio de Defensa en Seúl dijo hoy que Corea del Sur quiere aprovechar la nueva ronda de conversaciones de reconciliación que celebrará esta semana para persuadir al régimen de Pyongyang de que regrese a la mesa de negociaciones sobre su controvertido programa nuclear.