PANGANDARAN, Indonesia.- Los pobladores del área más afectada por el reciente tsunami en Indonesia la abandonase sobre una nueva ola mortal, mientras subía a 531 el número de muertos por la tragedia del lunes.
Al grito de ’’viene el agua’’, más de mil personas huyeron a la carrera, en motocicletas o automóviles, del área de Pangandaran, en la costa sur de Java, con destino a tierra adentro.
’’La gente de pronto empezó a correr y yo los seguí’’, dijo Marino, de 42 años, quien se vio presa del pánico que se extendió entre los traumatizados pobladores durante unos 30 minutos.
El maremoto de magnitud 7,7 del lunes generó auténticos muros de agua de dos metros de altura que barrieron una franja de 180 kilómetros de playas en Java, isla que se salvó de los efectos del devastador tsunami del 2004 en el océano Índico.
Las olas se internaron 200 metros tierra adentro en algunas áreas, destruyendo decenas de residencias, restaurantes y hoteles. Automóviles, motocicletas y barcos quedaron regados por la zona, junto con muebles, redes de pescar y otros escombros.
La policía y el ejército, apoyada por perros entrenados y equipos mecánicos, continuaron la búsqueda de sobrevivientes, pero solamente encontraron cadáveres entre las ruinas, lo cual elevó a 531 el número de muertos, dijo Maman Susanto, de la oficina de coordinación de desastres del gobierno.
Indicó que había otros 275 desaparecidos.
