BUENOS AIRES.- El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, almorzó hoy en Buenos Aires con su homólogo de Argentina, Néstor Kirchner, y se reunió con miembros del Congreso Judío Mundial antes de viajar a la ciudad de Córdoba, donde mañana se celebrará la XXX Cumbre del Mercosur.
Ambos jefes de Estado comieron en la residencia presidencial de Olivos, a las afueras de la capital, en un encuentro de "carácter privado", indicaron fuentes del Gobierno de Argentina.
A instancias del Mandatario argentino, Chávez se entrevistó luego con el rabino Israel Singer, titular del Comité Político del Congreso Judío Mundial, que esta semana se reúne por primera vez en Buenos Aires.
"La conversación fue fructífera", indicaron fuentes oficiales sobre la reunión, en la que Chávez y Singer hablaron de un próximo encuentro en Caracas.
Tras estas reuniones, Chávez, quien llegó a Buenos Aires en la madrugada de hoy, emprendió su viaje a Córdoba, capital de la provincia homónima y situada en el centro del país, donde siete jefes de Estado participarán en la Cumbre del Mercosur.
Venezuela se incorporó como miembro pleno del Mercosur -integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- el pasado 4 de julio en una cumbre extraordinaria celebrada en Caracas, poco después de que Chávez retirara a su país de la Comunidad Andina (CAN), formada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
Antes de viajar a Buenos Aires, el gobernante venezolano dijo que en la cita presidencial de Argentina presentará "un conjunto de planes" para que el Mercosur dé prioridad a la solución de los problemas sociales que aquejan a los países que asocia.
Chávez tiene previsto reunirse en Córdoba con el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y ha señalado que también espera hacerlo con el de Bolivia, Evo Morales, y de Chile, Michelle Bachelet.
Además de la sintonía política entre Kirchner y Chávez, desde mediados del año pasado Venezuela se ha convertido en la principal fuente de financiamiento externa de Argentina mediante la compra de títulos de deuda de este país por unos 3.500 millones de dólares.
Además, a comienzos de este mes los gobiernos de ambas naciones anunciaron en Caracas que trabajan en el diseño de un bono común que podría ser lanzado en un período de 60 a 90 días.