WASHINGTON.- Marlon Brando Gill, un joven de 24 años, debió sentarse en el banquillo de un tribunal de Misuri luego de ser acusado de haberle metido un teléfono móvil a su novia en la garganta, informaron hoy medios locales.
Los fiscales, que le acusan de un delito de agresión en primer grado, argumentaron que el ataque de Brando a su novia, Melinda Abell, de 25 años, obedeció a la furia y a los celos.
Sin embargo, los abogados defensores insistieron en que fue la propia Abell la que se tragó el teléfono celular para que Brando no viese a qué números había estado llamando.
El testimonio de Abell, quien compareció ayer ante el juez, no contribuyó demasiado a clarificar las cosas.
La joven reconoció que no recordaba mucho de la noche de diciembre en que el móvil acabó en su garganta, ya que iba demasiado borracha.
Abell aseguró que no se acordaba de haber escrito una declaración ante la policía en la que decía: "Creo que él pensó que yo había estado hablando con otros chicos... Agarró mi teléfono para ver a quién había estado llamando".
"Si hubiese querido que no viese mi móvil, lo habría tirado por la ventana y lo hubiese roto", añadió Abell.
Un médico se encargó de sacarle el teléfono de la garganta a Abell en la sala de urgencias del hospital donde la llevaron.
La relación entre ambos, que comenzó bien en 2004, se había tornado turbulenta, según la demandante.
La joven declaró que Brando había abusado de ella verbal y físicamente, pero reconoció que nunca alertó a la policía y que siguió conviviendo con él hasta el incidente del móvil.