CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano afirmó este miércoles que "supo con amargura que pasado mañana, 10 de noviembre, está programada, en Jerusalén, una de las llamadas manifestaciones del orgullo homosexual", la cual, según la televisión israelí, está en riesgo de postergación debido al estado de alerta en la región.
En un comunicado difundido hoy por la tarde, la sala de prensa vaticana reiteró su posición acerca de las personas homosexuales y "expresó su fuerte desaprobación por tal iniciativa porque constituye un grave enfrentamiento a los sentimientos de millones de creyentes judíos, musulmanes y cristianos", que "reconocen el particular carácter sacro de la ciudad de Jerusalén y piden que su convicción sea respetada".
"A la luz de tales elementos y considerando que en precedentes ocasiones fueron ofendidos sistemáticamente los valores religiosos", prosigue la nota, "la Santa Sede nutre la esperanza que la cuestión pueda ser sometida a una debida reconsideración. Una nota de igual tenor fue presentada por la Nunciatura Apostólica en Israel a la cancillería israelí".
La nota a la Cancillería israelí augura que el canciller "quiera ejercer su influencia para que sea reconsiderada la decisión de autorizar" la manifestación "como señal de respeto por los sentimientos religiosos de todos los que veneran a la ciudad santa".
En el mensaje se recuerda que la Santa Sede ha reconocido que "el derecho a la libertad de expresión, sancionado por la Declaración de los Derechos del Hombre, está sujeto a límites justos, en particular cuando el ejercicio de tal derecho ofende los sentimientos religiosos de los creyentes".
La televisión israelí informó hoy sobre la posibilidad de que la marcha sea postergada debido al estado de alerta vigente en Israel, por temor a una ola de atentados por la matanza, esta mañana, de 20 palestinos en un bombardeo de la artillería israelí en Beit Hanun, franja de Gaza.
La versión agregó que funcionarios de seguridad pidieron la postergación de la marcha para una fecha a fijar.
La policía teme no disponer de suficientes fuerzas para garantizar un desarrollo ordenado de la marcha de los homosexuales, que grupos ultrarreligiosos judíos amenazan con atacar.