WASHINGTON.- Perú y Colombia profundizaron su ofensiva diplomática para lograr una rápida aprobación de sus TLC con Estados Unidos, o cuando menos una extensión de las preferencias arancelarias andinas en el Congreso, antes de que los demócratas, tradicionalmente más proteccionistas que los republicanos, tomen el control del Legislativo.
El miércoles, un día después de las elecciones que derribaron la mayoría republicana en el Congreso, el presidente colombiano, Alvaro Uribe, anunció una visita a Washington la semana entrante, centrada en reuniones con congresistas.
El objetivo: enfatizar "la importancia que tienen para Colombia la prolongación de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPDEA) (...) y la aprobación del Tratado de Libre Comercio" entre los dos países, señaló la embajada colombiana en Estados Unidos.
Perú por su parte, Perú intensificó la promoción de su TLC cuando a mediados de octubre el presidente Alan García se reunió con su par George W. Bush en la Casa Blanca, y se llevó la promesa del mandatario estadounidense de impulsar el acuerdo en el Congreso.
Pero el TLC con Perú, firmado en abril, todavía no fue enviado por el gobierno a un Congreso que pronto cambiará de composición.
Perú asumió entonces una "estrategia proactiva" de fuerte cabildeo con demócratas y republicanos "para poder sacar el TLC en estas dos semanas o tres que vienen" y "asegurarnos no solamente que esto se vea, sino que se vote", dijeron a la AFP fuentes diplomáticas peruanas que pidieron el anonimato.
Para ello, Lima resolvió enviar en los próximos días a Washington a Hernando de Soto, representante personal de García para asuntos del TLC, y al viceministro de Comercio Exterior, Luis Alonso García, adelantaron las fuentes.
Claudio Loser, ex número uno del Departamento para las Américas del FMI, actualmente analista del centro de estudios Inter American Dialogue de Washington, estimó en declaraciones a la AFP que "la llegada de los demócratas al poder en el Congreso (...) tendrá un efecto inicial de desacelerar o frenar el avance en los acuerdos de libre comercio" ya que "tienen un enfoque proteccionista".
"La única posibilidad de avance rápido es que se apruebe la legislación en el periodo de noviembre a enero con el Congreso existente", señaló.
En este contexto, la situación es difícil, sobre todo para Perú, en particular porque no hay indicios de cuándo el gobierno enviará el TLC con Lima al Congreso, y menos si será antes de fin de año como espera el Ejecutivo peruano.
Fuentes de la Oficina del Representante Estadounidense de Comercio (USTR) señalaron a la AFP que "el gobierno está consultando con los líderes del Congreso sobre el momento apropiado para enviar (el texto de) la ley (de implementación del TLC) de Perú".
"El TLC de Perú está listo y es cuestión de los republicanos si lo traen o no" al Capitolio, reconoció Federico de Jesús, portavoz de Harry Reid, el probable líder de la futura mayoría demócrata en el Senado.
Pero incluso si el acuerdo llegara al Congreso, enfrenta grandes obstáculos.
El Legislativo no puede modificarlo, solo aprobarlo o rechazarlo tal como está, debido a la vigencia del "fast track", la autorización que dio a Bush para negociar acuerdos comerciales por "vía rápida" hasta julio del 2007.
Esta situación es tanto más grave, cuanto que el actual texto genera fuertes reticencias entre los demócratas, que señalan que tiene omisiones en materia de protección laboral.
El miércoles, el congresista Charles Rangel, quien tras las legislativas seguramente se convertirá en el presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, clave para los acuerdos de libre comercio, dijo que el TLC con Perú necesita cambios en ese apartado.
Precisamente, el presidente colombiano tiene previsto reunirse con Rangel la semana próxima.
Aunque Bush confirmó el viernes por teléfono a Uribe su apoyo a la firma del TLC con Colombia el 22 de noviembre, está claro que el tiempo juega en contra de las posibilidades de que el acuerdo sea considerado por el Congreso de mayoría republicana.
La embajadora colombiana en Washington, Carolina Barco, explicó en una entrevista divulgada el viernes por el periódico colombiano Portafolio, que los republicanos aseguraron a su gobierno antes de las legislativas que en todo caso apoyarían una extensión del ATPDEA.
La apuesta colombiana es, igual que Perú, que si el Congreso no ratifica sus TLC antes de pasar el mando a los demócratas, al menos prolongue esa cobertura arancelaria de la que, según los andinos, dependen miles de empleos en sectores exportadores no sólo peruanos y de Colombia, sino también de Ecuador y Bolivia.