SEÚL.- Corea del Sur decidió hoy apoyar una próxima resolución de la ONU de condena a Corea del Norte por violación de los derechos humanos y ligó ese paso a la situación creada tras la reciente prueba nuclear de Pyongyang.
Se espera que la Asamblea General de la ONU vote el próximo viernes esta resolución, cuyo borrador es fruto del consenso entre Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.
La decisión surcoreana, comunicada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, supone una toma de posición inusual de condena a Corea del Norte por parte del Gobierno de Seúl, que habitualmente evita pronunciarse sobre el tema de los derechos humanos en el vecino septentrional.
Los representantes de Corea del Sur se ausentaron en el 2003 cuando la Comisión de la ONU sobre Derechos Humanos puso a votación por primera vez una resolución de condena a Pyongyang.
La posición de Seúl era hasta ahora evitar pronunciarse en foros internacionales sobre aquellos asuntos que podrían desatar la ira de Corea del Norte y dañar los difíciles esfuerzos para mejorar las relaciones entre los dos países, técnicamente aún en guerra desde 1953.
Según indicaron fuentes del Gobierno a la agencia de noticias Yonhap, esta decisión fue adoptada tras arduos debates en el seno del Ejecutivo surcoreano.
Esta pugna se libró, sobre todo, entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, partidario de aumentar las presiones sobre Corea del Norte, y el de Unificación, favorable a una postura más benigna con el régimen comunista con el fin de promover las relaciones entre los dos países.
"El Gobierno ha decidido apoyar la resolución y espera que esta decisión contribuya a mejorar los derechos humanos como un valor universal, y sirva como una piedra angular para facilitar el diálogo y la cooperación entre Corea del Norte y la comunidad internacional en ese campo de los derechos humanos", señala el comunicado oficial.
Añade que esa colaboración "se necesita con mayor urgencia ahora, tras el ensayo nuclear" realizado por el régimen norcoreano el pasado 9 de octubre.
El Gobierno de Seúl subrayó que hará todos los esfuerzos posibles para mejorar las condiciones de los derechos humanos de los norcoreanos, mientras se mantiene la política de cooperación con Corea del Norte.
En el borrador de resolución de la ONU se urge a Corea del Norte a "respetar completamente todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, y prestar su plena cooperación con el Relator Especial" de la ONU sobre la situación en el país.
También se insta a la Secretaría General de la ONU a realizar un informe sobre la situación en Corea del Norte.
El próximo 1 de enero asumirá sus funciones el nuevo secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, cuyo conocimiento de la situación de Corea del Norte se espera que pueda ayudar a rebajar la tensión existente en la península coreana.