BUCAREST.- Una mujer rumana acusó hoy a un sacerdote de profanación después de recibir dentro de un paquete postal la osamenta de su abuelo enterrado hace 16 años en el cementerio de la localidad de Darvari, cerca de Bucarest.
El paquete con un peso de 9,03 kilogramos y cuyo envío costó 100 leus (unos 30 euros) fue remitido por el sacerdote de Darvari, Ghita Jeane, al que la mujer, Aurelia Cenusa, acusa de profanación de la tumba.
"Mi abuelo, Rafaila Cojocaru, recibió cristiana sepultura en el camposanto de Darvari hace 16 años y nunca he dado mi acuerdo para que sus huesos fueran exhumados", declaró Cenusa a Rompres.
La mujer reconoció que, a solicitud del sacerdote, aceptó vender una parte de la parcela del cementerio en que reposaba su abuelo, pero señaló que nunca pensó en que la tumba de su familiar fuera profanada.
El macabro paquete fue abierto hoy en presencia de las autoridades locales de investigación penal, que iniciaron una acción judicial contra el sacerdote.
El cura tendrá que responder por su acción también ante los altos jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rumana, según la misma fuente.