La huelga, que fue iniciada por el partido opositor Unidad Nacional, se extendió en las últimas horas a los comités cívicos, prefectos (gobernadores) de cuatro departamentos, líderes empresariales, constituyentes del principal partido opositor y ciudadanos de clase media, entre ellos el premiado novelista boliviano Juan Claudio Lechín.
El movimiento exige al presidente y a su partido, el movimiento al socialismo (MAS), que se respeten los dos tercios de votos en la constituyente para la aprobación de la nueva constitución.
El MAS dispuso que la nueva carta magna sea aprobada por mayoría absoluta, con excepción de tres temas. Eso permitiría al oficialismo redactar el contenido de la nueva constitución sin consultar a los opositores.
Los huelguistas argumentan que la ley de convocatoria a la constituyente establece que el texto constitucional debe ser aprobado por dos tercios de votos.
Esta protesta es liderada por el departamento de Santa Cruz, cuyo prefecto, Rubén Costas, ingresó al ayuno la noche de este lunes. La medida también se desarrolla en Beni, Sucre, Tarija y La Paz. Según informes de prensa, los huelguistas son más de 600.
También ayunan el prefecto de Beni, Ernesto Suárez, y el de Pando, Leopoldo Fernández. La máxima autoridad de Tarija, Mario Cossio, anunció que se plegaría a la medida la tarde de este martes.
Ante esta situación, el comandante del ejército, general Freddy Bersatti, dijo que no existe riesgo de división del país, pero que hay señales de enfrentamiento.
"No tenemos hipótesis de división del país, pero sí, de enfrentamiento entre los bolivianos", dijo Bersatti, quien llamó a un reencuentro entre los ciudadanos del país.