MADRID.- Los bomberos que trabajan en el desescombro del aparcamiento del aeropuerto de Madrid destruido ayer en un atentado de la organización terrorista ETA afirmaron hoy que las posibilidades de encontrar a alguien con vida son nulas.
"Nunca se pierde la esperanza, pero en una explosión de esta magnitud, las posibilidades de supervivencia son nulas. No existe ninguna posibilidad", dijo a los periodistas el inspector de guardia de los bomberos de la región de Madrid , Luis Villarroel.
Bajos esos escombros junto a la terminal 4 podrían estar los dos ciudadanos ecuatorianos desaparecidos tras la explosión de la furgoneta bomba colocada por los terroristas: Diego Armando Estacio Sivisapa, de 19 años, y Carlos Alonso Palate, de 35.
"Esperamos poder rescatar a los cadáveres. La posibilidad de supervivencia es mínima, por no decir nula", insistió Villarroel, quien explicó que "hay que trabajar cuidadosamente para no alterar pruebas y encontrar a las posibles víctimas".
El responsable de los bomberos explicó que se sigue trabajando en la zona afectada por la explosión y que no se han encontrado aún los restos de la furgoneta que, según diversas estimaciones, podía estar cargada con entre 200 y 500 kilos de explosivos.
"Se están examinando uno a uno los coches que se han rescatado, por si hubiera restos de explosivos", dijo Villarroel, quien confirmó que la furgoneta estaba en la segunda planta, en el mismo nivel en el que aparcó uno de los ecuatorianos desaparecidos.
El otro estaba en la planta cero, explicó el inspector, quien informó de que todavía pasarán al menos 24 horas para poder acceder al lugar donde presuntamente están atrapados estos dos hombres, entre otras cosas porque aún están activos algunos focos de fuego.
A la espera de noticias, la cúpula del ministerio español del Interior permanece reunida en la sede del departamento en Madrid recabando los últimos datos sobre la investigación del atentado, con el que ETA puso fin a nueve meses de alto el fuego permanente.
Según informaron a Efe fuentes del ministerio del Interior, en la reunión participan el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida.
Pérez Rubalcaba, que compareció ayer ante los periodistas para dar los primeros datos sobre el atentado, visitó por la tarde en el aeropuerto a los familiares de las dos personas que permanecen desaparecidas.
Según las primeras investigaciones, la furgoneta empleada por los terroristas fue robada en Francia hace unos dos días y estacionada en el aparcamiento de la terminal 4 en la noche del 29 de diciembre.
Fuentes de Interior informaron a Efe de que esa es la principal línea de investigación y añadieron que la carga explosiva podría superar los 200 kilos de una sustancia aún por determinar.
El dueño del vehículo, según estas fuentes, es un vecino de Ordizia (localidad del País Vasco) que, según su testimonio ante la Guardia Civil, estuvo retenido en Francia hace unos dos días, mientras se producía el traslado del vehículo a Madrid.
Al ser liberado denunció el hecho, añadieron las fuentes, que explicaron que el propietario acababa de comprar el vehículo a otro particular en la cercana localidad de Beasain sin que ni siquiera se hubiera producido el traspaso de la documentación.