COLOMBIA: Las manifestaciones de las dos partes se produjeron con ocasión de cumplirse esta semana cinco años desde el secuestro de la ex candidata presidencial, Ingrid Betancourt, quien también tiene la nacionalidad francesa.
El jueves el presidente Álvaro Uribe anunció que incrementaría la ofensiva militar contra las FARC, luego de que, según sus palabras, el grupo rebelde se negara a negociar con un gobierno "ilegítimo" y "paramilitar".
Según Uribe, un emisario suyo se reunió con las FARC, pero estas reiteraron, además, su condición de negociar el intercambio, siempre y cuando el gobierno desmilitarice dos municipios del sur del país.
“Las FARC dicen que para hablar de acuerdo humanitario hay que despejar militarmente y de manera incondicional (los municipios de) Pradera y Florida, lo que el Gobierno no puede aceptar. Las FARC dicen que no están interesadas en acuerdos con este Gobierno, porque es ilegítimo y paramilitar”, precisó Uribe.
“Autorizamos una gestión de buena voluntad y lo que hemos recibido es una amenaza. Por lo tanto la reacción del Gobierno es (...) arreciar para derrotarlos y pedimos más comprensión, al pueblo colombiano”, agregó.
De inmediato, familiares de los secuestrados se declararon “frustrados” por la reacción del mandatario y coincidieron en que “no es la reacción que estamos esperando. Lo que se trata es de salvar vidas humanas”. Pero el viernes, Uribe sorprendió con un lacónico comunicado en el que anunció que el gobierno “está dispuesto a un contacto directo con las FARC, sin intermediarios”.
Al mismo tiempo autorizó a familiares de los secuestrados para reunirse con los voceros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para buscar una salida al atolladero del intercambio humanitario, pero tras algunas reacciones positivas, la mayoría coincidió en que el único que puede realizar el canje, es el gobierno.
“Por más autorización que tengamos para reunirnos con las FARC, es una autorización que francamente no nos sirve para nada”, precisó Yolanda Pulecio, madre de Betancourt.
En un texto divulgado en Internet, Iván Márquez, miembro de la dirigencia de las FARC, aseguró que Uribe ha impedido el intercambio y que de haber decidido la desmilitarización de los dos municipios, Betancourt y otros 56 secuestrados, estarían libres.
Márquez afirmó que “por parte de las FARC la vía del canje sigue abierta”, pero reiteró la condición de desmilitarizar las poblaciones para negociarlo. El jefe guerrillero también rechazó afirmaciones de Uribe a diarios franceses, en el sentido de que Betancourt habría sido sacada del país.
“No tiene pies ni cabeza el reciente cuento de Uribe a Le Figaro de Francia, según el cual Ingrid Betancourt estaría retenida en un país vecino”, precisó.
Las FARC, la guerrilla más antigua y militarmente poderosa de las que combaten en el país, proponen canjear a un grupo de 57 rehenes, entre ellos Betancourt, tres estadounidenses y decenas de políticos, militares y policías colombianos, por unos 500 rebeldes presos.
Entre esos rebeldes se cuentan dos extraditados a Estados Unidos que están siendo juzgados en ese país.