ROMA.- Pasados ya 40 años desde el Concilio Vaticano II, el Papa Benedicto XVI se propuso volver a utilizar el latín durante la celebración de la eucaristía.
Según la exhortación apostólica postsinodal "Sacramentum Caritatis" (Sacramento del Amor), presentada hoy por la Santa Sede, Joseph Ratzinger recomienda que las oraciones importantes de la misa católica se recen en latín, especialmente en los "encuentros internacionales, que son cada vez más frecuentes".
Además, el Papa rechaza tajantemente la comunión común de católicos y protestantes y subraya que los católicos casados en segundas nupcias no pueden recibir la eucaristía.
"Exceptuadas las lecturas, la homilía y la oración de los fieles, sería bueno que dichas celebraciones fueran en latín; también se podrían rezar en latín las oraciones más conocidas de la tradición de la Iglesia y, eventualmente, utilizar cantos gregorianos", señala el Papa.
El Concilio Vaticano II (1962-1965) supuso el fin del latín en las oraciones rezadas durante la misa, aunque no se prohibió expresamente el uso de esa lengua. Por este motivo, Benedicto XVI habla de una recomendación "en concordancia con el Concilio Vaticano".
La reintroducción del latín también fue propuesta por los obispos en el sínodo celebrado a finales de 2005 en Roma.
