NUEVA YORK.- Desde tapas de inodoro inteligentes hasta refugios para emergencia biodegradables, una exhibición del museo de diseño de Nueva York se enfoca en las soluciones de bajo costo para problemas de larga data en el mundo en desarrollo.
La muestra "Diseño para el 90% restante" expone diseños de los llamados innovadores sociales que crearon invenciones a pequeña escala que se basan principalmente en baja o media tecnología para satisfacer necesidades humanas básicas.
La exhibición explora una tendencia creciente entre los diseñadores para ayudar al 90% de la población mundial que tiene acceso restringido al tipo de servicios que se dan por descontado en la mayor parte de los países desarrollados.
"El 95% de los diseñadores del mundo dirigen todos sus esfuerzos a productos y servicios desarrollados exclusivamente para el 10% más adinerado de los consumidores mundiales", dijo Paul Polak, quien colaboró en la elaboración de la muestra.
"Nada menos que una revolución en diseño se necesita para alcanzar al otro 90%", destacó Polak, cabeza de la organización sin fines de lucro International Development Enterprises, que aborda la pobreza en el mundo en desarrollo.
Entre lo que se muestra al público está el proyecto "One Laptop Per Child" (Una computadora portátil por niño), que intenta proveer computadoras de bajo precio a niños en el mundo subdesarrollado y ayudar a sus comunidades a superar décadas de atraso.
La pequeña computadora está diseñada para tener un costo de no más de 100 dólares.
Otro proyecto usa tecnología satelital para llevar el servicio de internet a escuelas rurales que se alimentan de energía solar en Camboya, mientras que uno aprovecha la energía del sol para hacer funcionar proyectores que se usan para reducir el analfabetismo en el occidente de Africa.
Entre las invenciones más simples está LifeStraw, un aparato de 25 centímetros ideado por una firma danesa que remueve organismos que pueden causar diarrea, disentería y cólera y permite que la gente beba directamente el agua.
Muchos de los diseños fueron adaptados para ser utilizados como protección de desastres naturales, como refugios de emergencia que se guardan en un pequeño paquete y se ensamblan sin herramientas y duran hasta 18 meses.
Otra innovación que ya está en uso en varias partes de Africa Oriental es una letrina que provee una solución al problema de la mala situación sanitaria de los campos de refugiados.
El museo espera que esta exhibición ayude a crear conciencia de la necesidad de "diseño humanitario" al mostrar innovaciones que pueden impactar dramáticamente en la calidad de vida de las personas, dijo el director del museo, Paul Warwick Thompson.
Otras creaciones atractivas para los países en desarrollo incluyen iluminación de calles con energía solar, lo que actualmente se usa en Africa Central, y una bomba activada con el pie que permite a los agricultores incrementar el rendimiento con una mejor irrigación.
Para las cerca de 1.000 millones de personas que se estima no tienen acceso a agua potable, otra solución sencilla es un bidón en forma de rosquilla que permite transportar el agua sin mayor esfuerzo.
La muestra tiene lugar en el Museo Nacional de Diseño Cooper-Hewitt, rama del Instituto Smithsonian, y estará abierta hasta septiembre.